Buckingham Palace ha vivido una histórica velada en la noche de este viernes. Horas antes de su coronación oficial, el rey Carlos III ha recibido a todos los representantes reales del mundo, a los que ha saludado personalmente uno por uno. El detalle ha demostrado, una vez más, la buena sintonía que existe entre las Casas Reales española y británica, emparentadas por sangre. El rey Felipe VI y doña Letizia han mantenido una charla cariñosa y distendida con el hijo de la fallecida Isabel II, que ha estado más presente que nunca gracias a un precioso detalle de Kate Middleton.
La princesa de Gales ha acaparado todas las miradas con un magnífico look de Self-Portrait, un vestido azul klein (color que suele utilizar en ocasiones especiales) de crepé elástico con detalle de nudo en el cuello y falda drapeada con abertura lateral, adornado con botones dorados en puños y hombros. Lo más destacado han sido sus pendientes: una magnífica joya colgante con rosetón central de zafiro y diamantes en talla baguette que pertenecieron a la reina Isabel II.
Kate Middleton ha causado sensación no solo por su espectacular outfit, sino también por su cercanía y simpatía con los invitados, a los que ha recibido como una perfecta anfitriona, en ausencia de Camilla, que se quedó en Clarence House descansando. La princesa estuvo con Jill Biden (Primera Dama de Estados Unidos), los príncipes Federico y Mary de Dinamarca y los reyes Felipe y Letizia de España, entre otros muchos.
