Casas Reales

Corinna se lo presentó a Juan Carlos I y se hizo rico: así es el mexicano Sanginés-Krause

Se llama Allen Sanginés-Krause y solo era un desconocido inversor mexicano hasta que su vida cambió cuando Corinna Larsen, entonces amante del rey Juan Carlos I, presentó a los dos hombres. El empresario trabó amistad con el emérito hasta llegar a convertirse en su testaferro, su financiador de gastos, cobró enormes cantidades en comisiones por intermediar en negocios realizados a través de sus offshores, y adquirió en España un palacete, un edificio de lujo y el Hotel de cinco estrellas Villa Magna, situado en plena Castellana de Madrid.

Fua allá por 2006 o 2007 cuando la princesa alemana les presentó durante un cóctel en Madrid. Previamente, la amante del rey había conocido al empresario mexicano a través de su ex suegro y padre de su segundo marido, el príncipe Casimir Sayn-Wittgenstein, que a su vez lo había conocido en una reunión de banca internacional en Londres.

Lea también: El amigo mexicano del rey Juan Carlos y Corinna compra el hotel Villamagna por 210 millones de euros

El mexicano aprovechó la influencia adquirida tan a alto nivel para aumentar tanto sus propiedades como sus inversiones y su poder en España. Aunque cuando conoció al padre de Felipe VI ya contaba con dos propiedades en nuetro país, una en Madrid y otra en Mallorca, lo primero que quiso fue invertír más en el mercado inmobiliario.

Pero no pudo hacerlo desde el anonimato, como le hubiera gustado, porque el móvil de una mujer recogíó su imagen en la ermita de San Juan Bautista en Clonmellon, Irlanda, donde se encontraba junto al inversor el rey de España entonces y su otra amante conocida, Marta Gayá en un evento. La película colgada en YouTube puso cara al poderoso amigo de Juan Carlos. Era 2017 y el empresario vivía en un castillo cercano que había sido de la familia de Lawrence de Arabia, tal y como publica OK Diario.

Sanginés-Krause se vio entonces en portadas de las revistas del corazón por su relación con el emérito y su amiga especial. Y también terminó viendo su nombre relacionado con asuntos judiciales económicos.

Relaciones, comisiones y tarjetas 'black'

En España creó una maraña de sociedades, algunas con socios que también eran íntimos amigos del entonces monarca en activo, cuyo entramado se gestionaba desde la offshore de Dubái llamada Alcazar Ventures FZE,  empresa con la que compró un palacete en Madrid y un edificio de lujo en el barrio de Salamanca. Algunos nombres aparecieron, cómo no, en los listados de los Papeles de Pandora. Pero fue con la empresa que montó en Londres después, RLH Propierties, con la que se compró el Hotel Villa Magna por 210 millones en 2018. 

Es la prensa mexicana la que ha hecho listado de las irregularidades del inversor y su relación con nuestra realeza. Al parecer en 2008 ya trató de medrar en una operación para la compra de la petrolera rusa Lukoildel del 30% de Repsol por 9.000 millones de euros, a través de su influencia con el rey y sus contactos rusos conseguidos durante los 20 años que ocupó un alto puesto en la consultora Goldman Sachs, en Londres. No consiguió ese pelotazo. Pero sí otros muchos más.

Por ejemplo; en la Riviera Maya la empresa española OHL compró por 470 millones el complejo Mayakoba y el empresario realizó allí un proyecto con cuatro hoteles y un campo de golf que se entendió en su país como un negocio corrupto. OHL llegó a pagar una comisión de 4,2 millones de euros a través del primo del rey Álvaro de Orleans a la Fundación Zagatka, es decir, a los bolsillos de ex monarca, que era su beneficiario.

Con la pantalla de esta fundación, poco después Sanginés-Krause se puso a ayudar a Álvaro en la labor de testaferro del rey, aunque también le hacía de "pagafantas" al costear estancias en hoteles, viajes, tratamientos médicos, restaurntes y, también, un caballo de pura sangre. Tosos estos gastos los recuperaba y multiplicaba mediante el cobro de comisiones por negocios internacionales que conseguía hacer gracias a la influencia real española.

Le ayudaba en la faena el coronel del Ejército del Aire y asesor de Zarzuela Nicolás Murga, que repartía tarjetas black con cargo a una cuenta abierta por el mexicano, de manera que los gastos del monarca, y de sus nietos Froilán y Victoria Federica, por ejemplo, quedaban ocultos para la Hacienda Pública española. Todavía se continúa investigando como fraude su compra de acciones de la clínica de doctor de Barcelona que le hace los trabajitos de rejuvenecimiento al ex rey, sin ir más lejos.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky