Pablo Urdangarin, enamorado y emancipado: comparte un piso de 1.500 euros en Barcelona

Pablo Urdangarin es el joven sobrino del rey Felipe VI que mejor imagen pública tiene, y se la ha ganado a pulso, tanto por ser el segundo hijo de la infanta Cristina, como por ser jugador del balonmano de F.C. Barcelona, ser un joven atractivo, serio y formal. Estos días ha copado las portadas porque el joven se ha dejado ver besando a una chica con naturalidad, y se ha mostrado ilusionado ante los medios de comunicación, aunque manteniendo la discrección que le caracteriza. El muchacho, que en diciembre cumplirá 23 años, vive junto a otros dos amigos en un piso compartido en Barcelona por el que pagan 1.500 euros al mes, tal y como hacen muchos de los jóvenes de este país cuando inician su emancipación. La vivienda cuenta con todas las comodidades, pero se aleja, y mucho, de parecerse en absoluto a los pisazos de lujo o las mansiones y palacios en las que viven el resto de los allegados de la familia real.

Pablo, al igual que sus hermanos, Juan Valentín, Miguel e Irene, es un ejemplo de comportamiento y discrección, muy lejano al que proyectan sus primos más mediáticos, Foilán y Victoria Federica. El hijo de Iñaki Urdangarín, que sigue los pasos de su padre como profesional del balonmano, está considerado uno de los solteros de oro de la ciudad Condal, porque es guapo, inteligente, deportista, discreto, serio y cabal; un príncipe azul millennial.

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Este "príncipe" vive como cualquier otro joven de su edad en un piso amplio en un barrio de la capital catalana que comparte con otros dos amigos, situado en una avenida principal del barrio San Joan de Espí, donde los alquileres cuestan unos 1.500 euros al mes. Al compartirla, el nieto de Juan Carlos I estaría pagando unos 500 euros mensuales por su vivienda.

La casa es un duplex en la que el joven Urdangarin disfruta de su propia habitación, comparte baño y el resto de las zonas comunes, entre las que se encuentra la piscina y un pequeño jardín. La zona le resulta ideal porque está muy cerca de la ciudada deportiva del Barça en la que entrena. Aunque las características de la casa son más que cómodas, nada tiene que ver con las otras casas en las que Pablo ha vivido, como el Palacio de Pedralbes en el que se crió, y los palacios de Marivent o la Zarzuela, donde ha pasado muchas vacaciones de niño junto a la familia real.

Según publica Semana, sus hemanos ya conocen la vivienda en la que lleva instalado unos meses y desde la que pretende mantenerse alejado de todas las polémicas que atañen a su familia. Eso no impide que sea el que más amable es con los medios de comunicación, a los que siempre responde con corrección. No es de los que trata de camuflarse cuando sale o entra de su domicilio, o acude al resto de sus actividades cotidianas, y nunca tiene un mal gesto. 

Enamorado como cualquier chico de su edad

Pablo ha sido noticia esta semana a raíz de aparecer en unas fotografías, donde se le veía acompañado de una joven a la que besaba apasionadamente en la calle sin preocuparse por las miradas ajenas.  Al ser preguntado, ha mostrado una feliz sonrisa que contrastaba con sus respuestas: "Prefiero no comentar. Es mi privacidad", aunque aseguraba que todo iba "muy bien por ahora", ante la pregunta de si la vida le sonríe en general. "Intento ser el mejor, y hacer lo mejor posible", ha contestado.

Precisamente estas imágenes han destapado que la muchacha no sería la única joven con la que tendría una amistad especial. Este miércoles, la periodista Alexia Rivas ha explicado que pablo Urdangarin mantenia un aincipiente relación más allá de la amistad con una amiga de ella, y que la joven se ha sentido muy decepcionada a ver las fotos publicadas, por lo que le habría pedido explicaciones al nieto de doña Sofía: "Pablo Urdangarin lleva varios meses teniendo una amistad entrañable con una persona de mi círculo más cercano. Cuando sale la noticia de que está enamorado, esta persona de mi círculo le pregunta", explicaba en directo.

Según relató Alexia en Ya es mediodía, "Mi amiga, al ver las fotos, se las manda a Pablo y tienen una discusión. Él no le dijo a mi amiga que estaba viendo a otras chicas. Y no pasa nada por hacerlo, pero tenía que habérselo dicho".

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En definitiva: pese a los tormentosos acontecimientos que han podido afectar al joven, como la estancia en prisión de Iñaki Urdangarin y después el divorcio de sus padres, Pablo tiene la vida normal de un universitario deportista de su edad que, además, tras conocer y valorar a chicas de su entorno, podría por fin haber caído en las redes de cupido y estar algo más que ilusionado con una de ellas.

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