La emérita ha retomado este lunes la agenda oficial en el Parque del Buen Retiro de Madrid, donde ha disfrutado de la exposición del 58º Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura. La madre de Felipe VI ha abandonado el luto riguroso por la muerte de su hermano pero ha mantenido el tono oscuro con una chaqueta morada de terciopelo firmada por Escada que ha combinado con una llamativa y sorprendente joya: su anillo de pedida.
Se trata de una pieza compuesta por un aro de oro y dos rubíes redondos, unidos por un diamante talla baguette, que doña Sofía guarda en su joyero personal desde hace sesenta años y que este lunes ha lucido en su dedo anular derecho. Un nuevo gesto de cariño dedicado a su marido, don Juan Carlos, que le mostró todo su apoyo el pasado mes de enero durante el funeral de su cuñado, Constantino de Grecia, al que la emérita estaba muy unida.
La reina, que ha sido recibida con vítores y aplausos, ha presidido el fallo del Jurado y la entrega de la 58ª edición de los premios. Además, ha entregado los diplomas a los finalistas y ha admirado la obra del ganador, César Orrico, la escultura 'Noche'.
