Muchos de los amigos de Cristina Macaya quisieron darle un último adiós este sábado en el funeral que se celebró en la parroquia de Santa Cruz en Palma. Mallorca fue la residencia habitual de esta gran dama de sociedad, gran anfitriona y una persona amante del arte, la cultura y de sus amigos de toda clase y condición.
Cristina fallecía este pasado jueves en su casa, en la zona de Esporles, a 14 kilómetros de Palma, sin haber podido superar un cáncer diagnosticado dos años antes. Por su impresionante mansión, rodeada de naranjos y muchos árboles frutales, pasaba toda celebridad que visitaba la isla.
Desde sus íntimos amigos, Michael Douglas y su esposa Catherine Zeta Jones, a Carmen Martínez Bordiú, Loles León, Nacho Duato, Isabel Preysler, el matrimonio Clinton o los príncipes de Kent. Sus fiestas eran famosas por su discreción y elegancia, como ella misma.
El rey Juan Carlos, y también Felipe de Borbón cuando era príncipe, fueron algunos de sus huéspedes y amigos, como Marta Gayá, la otra mallorquina que tanto amó el rey Juan Carlos, muy amiga de Macaya. Muchos dudaban de la presencia de la ex amante del Emérito en la isla, a pesar de que era íntima amiga de Cristina Macaya. Marta Gayá vive en Suiza desde hace años, donde ha obtenido la residencia permanente. Cada vez aparece menos en Mallorca, sobre todo desde que fallecieron sus padres y desde que su romance con el antiguo rey se hizo público, sobre todo cuando Juan Carlos le confesó a un amigo que "nunca había sido tan feliz como con Marta".
En el puerto deportivo de Palma, Marta Gayá tiene un barco en el que ella misma lleva al timón y pasa jornadas enteras en el mar. Durante el tiempo que pasaba en Gstaad, veía mucho a Macaya, que también tenía allí una casa y prolongaba sus estancia navideña hasta avanzada la primavera. Y en verano, las dos amigas viajaban a Grecia, invitadas a los yates de importantes conocidos suyos, magnates internacionales de origen griego. Marta tampoco faltaba nunca a las cenas y fiestas de su amiga Macaya. Así que este domingo, de luto riguroso y gafas de sol, Marta Gayá apareció en la iglesia de Santa Cruz, dio el pésame a los cuatro hijos de Cristina y trató de pasar desapercibida, entre el resto de los asistentes.