Las polémicas memorias del príncipe no dejan de dar sorpresas. Además de relatar cómo perdió la virginidad o su coqueteo con las drogas, Harry ha desvelado un capítulo muy íntimo y desconocido hasta el momento: "Se me congeló el pene durante una expedición en el Ártico".
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Fue en marzo de 2011. El príncipe viajó al Polo Norte para participar en una caminata solidaria con algunos militares retirados. Durante el camino, algunas partes de su cuerpo se congelaron, como las orejas o las mejillas, una anécdota que contó al regresar a Buckingham Palace y de las que todos se rieron: "Papá estaba muy interesado y simpatizaba con la incomodidad de mis orejas y mejillas cortadas por la escarcha". Pero confiesa: "Entonces no quise hablar demasiado de mi pene. Al volver a casa me di cuenta de que estaba congelado. Mientras que las orejas y las mejillas ya se estaban curando, el pene no. Se estaba convirtiendo en un problema cada día más grande", ha desvelado.
Harry arrastró las graves secuelas de su expedición durante varias semanas, de manera que acudió a la boda de su hermano Guillermo y Kate Middleton con el pene semicongelado: "Todavía me estaba recuperando. Estaba junto a mi hermano en la Abadía de Westminster y no lo sentía". Después de la boda, el 29 de abril de 2011, Harry acudió al médico y se recuperó gracias a una crema.
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