Casas Reales

Las memorias del príncipe Harry vuelven a sembrar dudas sobre la muerte de Lady Di

El próximo martes sale a la luz el nuevo libro del príncipe Harry, Spare (En la sombra, en español), y quienes tuvieron alguna relación con la investigación de la muerte de su madre, Lady Di, en el verano de 1997, aseguran que la publicación va a revivir las dudas sobre la versión oficial de cómo sucedió la muerte de la ex Princesa de Gales, porque su hijo pequeño lo pasó muy mal, no olvida cómo ocurrió el accidente, y alberga dudas sobre la investigación.

Los investigadores de las memorias de Harry se han puesto en contacto con muchos de los que recuerdan el accidente en el túnel de carretera de Pont de l'Alma, o estaban relacionados con él. Estos incluyen testigos oculares, policías franceses que asistieron a la escena y periodistas, que han investigado con gran detalle cómo y por qué Diana murió.

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La exhaustiva investigación hace prever que el libro abundará en intimidades y reflexiones más allá de las que ha hecho públicas a través de la serie documental Harry y Meghan de Neflix, y pueden suponer un nuevo escándalo si de nuevo plantea dudas sobre la versión oficial establecida de lo que realmente ocurrió aquel 31 de agosto, y por qué la princesa del pueblo inglés acabó muerta.

Así lo da por hecho la peridodista Sue Reid en un artículo publicado en el Daily Mail, donde reconoce que estos investigadores literarios se han puesto en contacto con ella y el resto de quienes trabajaron sobre el accidente de primera mano en su momento.

Como se recordará, la tesis oficial, aprobada por investigaciones francesas y de Scotland Yard y más tarde en una investigación pública británica, es que el accidente fue el resultado de una "negligencia grave" por parte del chofer del Hotel Ritz de París, Henri Paul, quien aseguraron estaba ebrio y conducía a toda velocidad para escapar de una moto con paparazzis, que seguían de cerca el Mercedes, tratando de fotografiar a la princesa y su amante egipcio, Dodi Al Fayed.

Tal y como recuerda la periodista, Diana entonces era la mujer más famosa del mundo, se había divorciado del Príncipe Carlos, y había iniciado una relación sentimental con Dodi, hijo del dueño de los almacenes Harrods de Londres, Mohamed Al Fayed, un emigrante egipcio multimillonario que había llegado a lo más alto, al que la familia real despreciaba.

Ese verano la madre de Harry y Guillermo había sido fotografiada acaramelada con Dodi en el yate de los Al Fayed, lo que no gustaba nada a la familia real. Diana había llegado a París en un jet privado con Dodi solo diez horas antes del accidente, porque debía regresar a Gran Bretaña para ver a sus hijos, que estaban de vacaciones con la reina Isabel II y el príncipe Carlos en Balmoral.

Las últimas imágenes de la princesa son las que se la ve abandonando el Hotel Ritz de París en el ascensor de servicio, y las que captaron los fotógrafos perseguidores de su figura dentro del coche en el que murió, junto a Dodi y el conductor, mirando hacia atrás para comprobar cómo la perseguía la prensa. Del choque contra una columna 13 del puente del túnel solo sobrevivió el guardaespaldas que iba de copiloto, Trevor Rees-Jones.

Las dudas sobre la existencia de motos con personas que ocultaban su rostro, de un fogonazo que deslumbró al conductor, y de las sospechas que Diana había manifestado a sus abogados y allegados varios sobre la posibilidad de que se quisieran "librar" de ella, parece que también permanecen en la mente de Harry. Y esa es la razón por la que el nuevo libro puede levantar otra vez la liebre sobre cómo murió realmente Lady Di, y a quién le interesaba su desaparición.

Harry, el niño que paseó tras el ataud de su madre

El día que la princesa Diana fue enterrada en septiembre de 1997, su hijo Harry, de 12 años, caminó detrás del cortejo de su madre mientras pasaba entre las multitudes que lloraban en las calles de Londres. En lo que se ha descrito como sus memorias más "crudas, inquebrantables y honestas", Harry abordará cuestiones relacionadas con las turbias circunstancias que rodearon la muerte de su madre.

Un cuarto de siglo después del funeral, la imagen de ese niño pelirrojo tras el ataud de su madre sigue grabada en la conciencia del público, y el propio príncipe asegura que nunca ha olvidado la traumática experiencia: "Antes de darme cuenta, me encontré con un traje y una corbata negra. Yo era parte de eso", ha dicho en alguna ocasión.

En otra entrevista realizada en 2017, también explicó cómo se sintió aquel día: "Mi madre acababa de morir. Tuve que andar un largo camino detrás de su ataúd, rodeado de miles de personas que me miraban mientras millones más lo hacían en la televisión. No creo que se le deba pedir a ningún niño que haga lo que hice yo, bajo ninguna circunstancia", reprocha a la familia real.

Quizá con este nuevo libro del marido de Meghan Markle quiere replantear preguntas dolorosas que podrían haber tenido ya respuesta, si la investigación hubiera recogido y valorado el sinfín de pruebas que no se incluyeron en su momento, y que siempre serán motivo de duda sobre las verdaderas causas del fatal accidente.

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