Los tres nuevos episodios del documental de los duques de Sussex han caído como una bomba en el palacio de Buckingham. Tanto Harry como Meghan Markle han narrado, entre lágrimas, los momentos más violentos y estresantes vividos en el seno de los Windsor poco antes de dar carpetazo a su vida como royals: "Fue terrorífico".
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El matrimonio ha hablado de la presión mediática y el control de la institución: "No podíamos enviar una foto a un amigo o ir al médico, no nos daban permiso". También de las continuas comparaciones entre Meghan y Kate Middelton, los desprecios y las envidias: "Cuando alguien que viene de fuera y que debería ser una segundona te roba los focos o hace el trabajo mejor que quien ha nacido para hacerlo, eso molesta y altera el equilibrio", ha dicho Harry. La situación fue tan extrema que Meghan pensó en el suicidio y pidió ayuda, pero no le permitieron acudir a un especialista: "Les preocupaba cómo quedaría la institución".
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Harry todavía se culpa por lo que sucedió: "Sabía que ella sufría, los dos sufríamos. Y cuando llegó a ese nivel me sentí enfadado y avergonzado. No lo llevé demasiado bien. Lo llevé como el Harry institucional en vez de como el Harry marido. Me habían entrenado para preocuparme por qué va a pensar la gente si no vamos a este evento. Cuando pienso en eso me odio por aquello". Y continúa: "Nadie ve lo que pasa a puerta cerrada. En su época mi madre iba camino a compromisos llorando a mares. Mi padre le decía estamos llegando y tenía 30 segundos para secarse las lágrimas, sonreír, y hacer que todo iba bien, y foto".
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La cumbre de Sandringham
La situación se hizo insostenible y tras dos intentos frustrados de servir a la Corona en el extranjero, anunciaron su marcha. El 13 de enero de 2020, se convocó una reunión con Carlos, Harry, Guillermo y la reina que fue conocida como la Cumbre de Sandringham. Días antes, los Sussex habían comunicado su decisión de desvincularse de La Firma y todos estaban muy enfadados. Harry explica que le dieron cinco opciones para regular su situación, desde permanecer dentro de la institución a completamente fuera. Él escogió la tercera, un término medio, pero pronto descubrió que esa posibilidad no era real: "Fue desgarrador y terrorífico ver a mi hermano gritándome, a mi padre diciendo cosas que no eran verdad y a mi abuela callada, asimilando todo", ha desvelado el príncipe. "Fue muy duro. La reunión terminó sin un definido plan de acción".
"You are making people want to kill me. It's not just a tabloid, it's not just some story, you are making me scared… And you've created it for what? Because you're bored or because it sells your papers or it makes you feel better about your own life?"
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Aquel encuentro marcó un antes y un después en la relación familiar, especialmente entre los hermanos: "Lo más triste fue la distancia que se creó entre mi hermano y yo. Él está en la institución, en parte lo entiendo, es su herencia. Tiene asimilado que parte de su responsabilidad es la supervivencia y la continuidad de la institución". Sin embargo, fue muy doloroso para él: "Guillermo y yo crecimos viendo lo que pasaba en la oficina de nuestro padre, reuniones, favores, invitaciones... Acordamos que jamás permitiríamos que pasara en la nuestra".
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