Con las notas de happy birthday resonando por su 74º cumpleaños, su complejo arranque de reinado, con la dimisión de Liz Truss solo 45 días después de entrar en Downing Street y el consiguiente nombramiento de Rishi Sunak como nuevo primer ministro... Con todo lo que Carlos III tiene que poner en orden en Buckingham, su mujer Camilla ha encontrado tiempo para irse vacaciones. La reina consorte se escapó 10 días a un centro holístico de súper lujo en la India, según publica Express y The Times. Estos son los detalles.
La mujer de Carlos III voló con unos amigos al sur del país, a la ciudad de Bangalore (en el estado indio de Karnataka), famosa por la industria de alta tecnología. Allí se alojó en el exclusivo y lujoso Soukya International Holistic Center, fundado por el Dr. Isaac Mathai, graduado en Harvard. El centro, que cuenta con una granja de cultivo orgánico, está destinado "para restablecer el equilibrio natural del cuerpo, mente y espíritu", cuenta Showbiz CheatSheet. Además, se imparten disciplinas y tratamientos naturales como la Ayurveda, homeopatía, yoga y naturopatía.
Esta visita, calificada como privada, no implicaba ningún compromiso oficial para Camilla, quien se sometió a un tratamiento de rejuvenecimiento, según el mencionado digital. Una terapia antiaging que cuesta en torno a 12.000 libras (13.645 euros).
No es la primera vez que la queen consort vuela a este centro holístico de India. En 2017 viajó con su marido, que también es un apasionado de la Ayurveda, una medicina tradicional, con literatura que se remonta a 5.000 años, que ayuda a la persona sana a mantener su salud ya la persona enferma a recuperarla. Años atrás, Parker-Bowles también se hospedó en varias ocasiones en Soukya.
Durante la estancia en este centro listado como de alto lujo, los huéspedes deben firmar un contrato mediante el cual se comprometen a acatar las normas. Como por ejemplo, no está permitido el uso del teléfono móvil. Tampoco, el consumo de alcohol ni de tabaco ni comer carne.
Mientras Camilla se relajaba en Soukya, el monarca afrontaba la nueva era de su reinado con todos los frentes abiertos que aún tiene. Los más cercanos, restablecer las relaciones con su hijo Harry, quien desde el Megxit no pertenece a la familia real ni desempeña tareas de representación; y mantener a su hermano Andrés al margen de la corona. El duque de York no tiene título ni honores militares desde que su madre, Isabel II, se los retiró por el caso Epstein de tráfico sexual de menores.
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