Reino Unido cierra un libro de su historia con el sepelio de Isabel II y Carlos III afronta una nueva etapa en la jefatura del Estado. Su figura, analizada con lupa en el documental Serving the Royals, saca a la luz sus manías obsesivas. Paul Burrell, antiguo mayordomo de la princesa Diana, no se corta un pelo y da todo lujo de detalles sobre sus extrañas rutinas.
Tras el documental Serving the Royals: Inside the firm, se ha abierto un debate sobre las excentricidades del nuevo monarca. Son múltiples las manías que quedan reflejas en la serie. Por ejemplo, Carlos III quiere que le planchen la camisa del pijama todos los días. También le planchan los cordones de los zapatos. Hasta un ayudante se encarga de ponerle los zapatos.
La pasta de dientes da para mucho. Ni la toca ni la coloca encima del cepillo. El servicio lo hace por él. Deben poner 2,5 cm. de pasta. Las ventanas de su habitación permanecen abiertas mientras duerme (tanto en invierno como en verano). Y lo del inodoro también ha dado de qué hablar. En sus viajes, Carlos ha solicitado que le lleven su cama, su tapa de water y sus rollos de papel higiénico. Seguimos en el baño, que es un mundo de rutinas: la bañera debe estar llena con 18 cm. de agua y la temperatura a 20 grados. La toalla de la ducha debe estar doblada como a él le gusta.
La comida también es objeto de análisis. El cocinero Darren McGrady, ex chef de palacio, ha deslizado que el hijo de Isabel II siempre pide para desayunar un zumo y dos ciruelas (aunque muchas veces solo se coma una). Es más, si no ve sus ciruelas las reclama.