La catarsis emocional vivida en la Abadía de Westminster en el último adiós a Isabel II nos ha dejado imágenes como esta. La duquesa de Sussex, impecable, con su pamela y un abrigo-capa de color negro, rota en lágrimas. Junto a ella, recia, impasible y entera, estaba Camilla Parker-Bowles. Ha sido al final del servicio.
El funeral en la abadía de Westminster este lunes 19 de septiembre ha calado en la memoria de los invitados y del país entero, que seguía la ceremonia por la televisión aguantando la respiración. Durante el servicio, el rey Carlos III ha estado al borde de las lágrimas cuando el arzobispo de Canterbury, que ha oficiado el acto, ha descrito a la soberana como una mujer que había tenido "una multitud de vidas" y que había sido una figura "alegre" para muchos.
Además del monarca, su nuera Meghan también se ha emocionado. Con una lágrima resbalando por su mejilla, la norteamericana no ha podido contener el llanto. La actriz, compungida y afectada, ha llorado en calma. Mientras su 'nuera', la reina consorte mostraba una imagen de fortaleza y serenidad.
En señal de homenaje a la soberana, la actriz ha lucido los pendientes que recibió de manos de la jefa del Estado poco después de casarse con Harry, en 2018. Se trata de unas piezas de perlas y diamantes.