Durante sus años de princesa, Letizia ha sido objeto de crítica por su excesivo celo en la protección de la imagen de sus hijas cuando estas eran pequeñas. Las vemos muy poco: fue el argumento que se instaló en la mente de muchas voces. Con el tiempo las jóvenes también han encontrado su espacio. Ahora Leonor y Sofía protagonizan sus propios actos.
La princesa de Asturias y su hermana siempre han ido de la mano de sus padres. En todos los actos, desde el momento en que Leonor recibió el Toisón con motivo del 50 cumpleaños de Felipe VI en 2018, la princesa ha seguido los pasos de este. A los 13 pronunció sus primeras palabras en público. Se subió a un cajón tapizado de rojo para llegar al micrófono. Miró a su padre. Leyó el Artículo 1 de la Constitución en la sede del Cervantes en Madrid. Don Felipe permaneció junto a ella durante aquellos 40 segundos. Su madre contenía la respiración. Al finalizar, la princesa se echó a sus brazos. Fue la primera fotografía de Letizia emocionada, en público, con su hija. El abrazo compuso una imagen de una madre orgullosa.
Ahora Leonor preside actos en solitario. Su protagonismo va en aumento. Si su padre representa los nuevos tiempos, ella representa el horizonte, la continuidad y el futuro de la monarquía. Nada menos. Para recorrer ese camino hasta el trono, tiene a su padre de guía; y a madre, de ejemplo. La cultura de la perseverancia, el tesón, la dedicación y el perfeccionismo en el trabajo vienen de ella. Se ve en los discursos de Leonor. Detrás de la dicción, ensayada y entrenada, está la Reina. También se ve cuando se prestan ropa. Un préstamo que transmite confianza máxima entre madre e hijas. Es el armario emocional.
La princesa afronta su segundo curso en el UWC Atlantic College de Gales lejos de su familia. La echan mucho de menos en casa, pero la experiencia galesa le ayuda a ganar autonomía, independencia y a tomar decisiones. Ahora encara su gran cita en Oviedo, en los Premios Princesa de Asturias; y dentro de un año, la mayoría de edad.
Su rol de madre trasciende y le ayuda a conectar con los pequeños. Cuando interactúa con niños se pone de cuclillas, busca el contacto visual y habla con ellos. Los niños sacan de la reina su versión más espontánea y natural. Letizia pone el foco en la infancia y la educación. En la pasada edición de la Feria del Libro se interesó por el manga y el fomento de la lectura y se preocupó por el uso de responsable de los videojuegos. También le preocupa la ciberseguridad y el consumo digital de los niños.
