El último presidente de la URSS y padre de la Perestroika falleció este martes en Moscú a los 91 años. Los reyes Felipe y Letizia han enviado un sentido telegrama a su hija, Irina Gorbacheva, para trasladarles sus condolencias: "Nuestro más sentido pésame por esta triste pérdida de quien ha sido, sin duda, una gran personalidad en su país, en Europa y en el mundo".
Sus Majestades recuerdan en el telegrama que "su labor en la escena internacional fue reconocida con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1989, con el premio Nobel de la Paz en 1990 y con el premio Carlos V de la Academia Europea e Iberoamericana de Yuste en 2002", reza el documento, facilitado por la Casa Real.
Mijaíl Gorbachov falleció este martes a los 91 años en el Hospital Clínico Central de Moscú. Llevaba meses ingresado por un cúmulo de dolencias y años aislado por miedo a contagiarse del coronavirus. El ex presidente será enterrado en el cementerio de Novodevichy de la capital rusa, donde yacen los restos de destacados personajes de la historia de este país y se encuentra también la tumba de su esposa, Raisa, fallecida en 1999. No habrá funeral de Estado.
Gorbachov dirigió la Unión Soviética entre 1985 y 1991, primero al frente del Comité Central del Partido Comunista y del Soviet Supremo y después como presidente. Su mayor logro político fue la Perestroika, la política reformista que abrió las puertas de la Rusia moderna. Dimitió tras el acuerdo de disolución suscrito con Bielorrusia y Ucrania, en 1991. Un año antes fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. "Estoy completamente convencido de que era necesaria y de que nos movimos en la dirección correcta. El pueblo ganó libertad y se puso fin a un sistema totalitario", dijo en una entrevista para la agencia TASS.
Viudo desde 1999 (su esposa Raisa falleció a causa de una leucemia), deja huérfana a su única hija, Irina, heredera del legado de su padre y vicepresidenta de la Fundación Gorbachov, una organización sin fines de lucro que financia varias empresas.
