La duquesa de Lugo y su hija se desplazaron a Segovia para asistir al entierro de uno de los grandes amigos de la hermana de Felipe VI: José María Álvarez de Toledo, conde de La Ventosa, falleció hace unos días a los 73 años tras sufrir un problema cardiorespiratorio. Elena y Victoria Federica apoyaron a la viuda, Rita Allendesalazar.
Estaban muy afectadas. La infanta Elena y Victoria Federica se trasladaron a Segovia para dar el último adiós a José María Álvarez de Toledo, con quien mantenían una estrecha relación. Inseparables durante toda la jornada, estuvieron muy pendientes de Rita Allendesalazar, destrozada tras la inesperada muerte de su marido. A la salida de la iglesia, la hermana de Felipe VI y su hija conversaron con la familia y los amigos.
Tras la misa funeral, que tuvo lugar en San Miguel Arcángel, la hija y la nieta del rey emérito acompañaron al féretro junto al resto de la comitiva fúnebre hasta el cementerio de Muñopedro, dónde enterraron al aristócrata, en una íntima ceremonia.
Victoria eligió un discreto y sobrio pantalón, botines y abrigo de paño en color negro, y un sencillo jersey de punto rosa. Como complemento, llevó un mini bolso de Dior en color burdeos, valorado en casi 4.000 euros.
