"De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", se lee en el comunicado que los ex duques de Palma han enviado a la agencia EFE este lunes, contando su decisión tras las fotos de él con otra.
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El comunicado es grotesco, críptico y va en contra de la transparencia que predica la Familia Real, a la que no pertenecen ni la ex duquesa de Palma ni su marido. Lo han enviado casi una semana después de que salieran a la luz las primeras imágenes de Urdangarin con Ainhoa Armentia, compañera de trabajo en el bufete Imaz & Asociados.
La confirmación llega tarde y no dice con claridad si la hermana de Felipe VI y el padre de sus cuatro hijos se separan, se divorcian o solo vivirán (como ahora) en diferentes casas. El ex jugador de balonmano, que recibirá como muy tarde en primavera la libertad condicional, reside en Vitoria con su madre, Claire Liebaert. La hermana de la infanta Elena vive en Ginebra, Suiza, con su hija Irene, de 16 años.
Tampoco explican nada de una hipotética nulidad eclesiástica, improbable pero no imposible. No olvidemos que el yerno del emérito y la infanta son fervientes católicos, practicantes y están ante Dios casados para toda la vida.
Difundir un comunicado ambiguo, que no explica lo que va a ocurrir con claridad puede tener sentido solo si ni ellos saben aún que van a hacer.
Así fue el comunicado de la infanta Elena
Inevitable recordar aquel "cese temporal de la convivencia" difundido por la otra hija del rey Juan Carlos y doña Sofía cuando doña Elena puso fin a su matrimonio con Jaime de Marichalar, el padre de sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica. Los dos se casaron el 18 de marzo de 1995 en el Real Alcázar de Sevilla.
El comunicado llegó el 13 de noviembre de 2007. Los rumores de crisis comenzaron a ser constantes tiempo antes. Hubo un hecho que marcó especialmente su relación: el gravísimo ictus que sufrió Marichalar el 22 de diciembre de 2001 y que estuvo a punto de acabar con su vida. Desde ese momento, la personalidad de Jaime cambió, quizás por las secuelas que sufrió tras el percance médico.
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Elena entonces abandonó el hogar conyugal, ubicado en el madrileño barrio de Salamanca y propiedad Marichalar, para instalarse en un chalet que alquiló en una zona cercana. Más tarde se mudaría a la zona de El Retiro, donde vive a día de hoy. El divorcio finalmente se firmó dos años después del anuncio de la separación, en noviembre de 2009.