Corinna ha acudido este martes a los Tribunales Reales de Justicia de Londres, donde ha tenido lugar la segunda parte de la vista por su demanda contra el rey Juan Carlos, a quien acusa de haberla acosado. Vestida de blanco y cargada de carpetas, ha entrado más animada de lo que ha salido, y es que el juez británico Matthew Nicklin le ha 'leído' la cartilla a su defensa: "He observado un relato muy difuso en el escrito acusatorio, con mucha narrativa y pocas pruebas".
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Han sido seis horas en las que Corinna, la 'amiga entrañable' del emérito, ha ocupado un discreto rincón de la sala y no ha parado de tomar notas. Acompañada por una amiga, mostraba un rostro muy serio mientras su equipo legal trataba de convencer al juez de ignorar la inviolabilidad del Jefe de Estado español, un punto clave para que la demanda prospere. "Nadie entiende que Juan Carlos I mantenga el rango de jefe del Estado después de su abdicación. Se trata de un título honorífico, como el que retienen los expresidentes de Estados Unidos", ha dicho el abogado James Lewis, en nombre de Larsen.
La defensa del emérito, en manos del despacho Clifford Chance, y concretamente del abogado Daniel Bethlehem, se acoge a la State Inmunity Act de 1978 (Ley de Inmunidad de los Estados), que garantiza la inmunidad "al soberano u otro jefe de Estado y los miembros de su familia que formen parte de su hogar", como es el caso de los eméritos.
Fue el pasado mes de julio cuando Corinna presentó ante un tribunal de Londres una demanda contra el rey Juan Carlos, acusándolo de acoso. Aseguraba en ella que el CNI realizó un "seguimiento" a la aristócrata a partir de 2012 y pedía una orden de alejamiento para el padre del rey Felipe VI. Tras las vistas de estos días, el juez deberá comunicar si acepta el caso o lo archiva en un plazo no superior a los dos meses.