Una tradición que comenzó el rey Jorge V de Inglaterra es mantenida en los tiempos de Isabel II, quien sin falta le entrega a todo el personal que trabaja a su alrededor el mismo regalo en cada Navidad.
Según The Sun, la monarca obsequia a cada uno de los 1.500 trabajadores del palacio un pudín de Navidad, dulce navideño por excelencia en Gran Bretaña. La tradición, que data de inicios del siglo anterior, solo sufrió una interrupción el año anterior, cuando lo impidió la crisis sanitaria por la Covid-19.
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La propia web de la familia real lo confirma: "Aproximadamente 1.500 pudines navideños pagados por la reina (a través del Privy Purse) se distribuyen entre el personal de los Palacios, el personal de la Oficina de Correos de la Corte y la policía del Palacio. Cada pudín va acompañado de una tarjeta de felicitación". Tal y como recoge el mismo portal, un pudín de Navidad cuesta unas seis libras esterlinas, aproximadamente siete euros al cambio.