Industria

Nuevo varapalo para la industria vasca: 400 trabajadores de Metal Group en manos del fondo Meteorix

Interior de una de las plantas de Metal Group.

Aida M. Pereda
Bilbao,

La industria vasca afronta un nuevo revés con una nueva empresa en quiebra. En este caso del sector de la automoción. Y es que el pasado lunes, Metal Group se declaraba en concurso voluntario de acreedores tras acumular una deuda de 30 millones de euros. El grupo vizcaíno, especializado en fundición de hierro y mecanizado de piezas, cuenta con 400 trabajadores aproximadamente entre sus centros de mecanizado de Abadiño y Traña-Matiena y sus centros de fundición de Iurreta y Legutio (Álava), que se encuentran sumamente preocupados ante el futuro de la compañía.

En estos momentos hay una oferta vinculante de compra realizada por el fondo suizo Meteorix, de nueva creación, interesado en adquirir la compañía, según apuntan fuentes conocedoras del caso, que se habría comprometido a mantener tanto la actividad como los empleos.

Una "acumulación de problemas"

La compañía Metal Group nació en 1991 con Metal Performers, que en 2014 se fusionó con Metal Smelting, operación con la que logró triplicar su facturación. Aunque se fortaleció con la crisis económica de 2008, fue fuertemente golpeada por la pandemia tras realizar una importante inversión en 2019 tras adquirir la fundición de hierro de Legutio, que obligó a su empresa matriz a acudir a los fondos de recapitalización de empresas afectadas por la Covid-19 (FONREC). En 2022, el grupo recibió autorización de Cofides para un préstamo de cinco millones de euros.

No obstante, la crisis que atraviesa la automoción, sector al que se dedican sus principales clientes, sumada a los problemas técnicos surgidos con el traslado de su fundición de Elorrio a Legutio, y unida a los problemas con los aerogeneradores de Siemens Gamesa para los que suministraba piezas, aumentaron los "problemas de liquidez del grupo".

Según ha trasladado la empresa a CCOO, dicha "acumulación de problemas" les obligó a entrar en preconcurso de acreedores a finales del año pasado para intentar solventar la situación y negociar la deuda, pero pasados unos meses, finalmente no han podido solucionarlo y han terminado presentándose voluntariamente a concurso de acreedores, si bien aseguran que su interés es el de "continuar con la actividad y con sus cuatro plantas funcionando".

Desde el sindicato confían en que la entrada en concurso de Metal Group sea una situación "coyuntural" y no haya "medidas adicionales" que puedan a afectar a sus 400 trabajadores y a sus condiciones laborales. Por el momento, las plantas han seguido funcionando con normalidad y no hay ninguna demanda por impago a sus trabajadores. No obstante, prevén reunirse esta semana con los delegados de las cuatro plantas de la compañía para analizar la situación y las posibles soluciones.