La familia Vallina pone a la venta TSK para ganar tamaño

Mientras los ojos en el sector de la ingeniería asturiana están puestos en Duro Felguera, la familia Vallina se mueve para vender TSK. Los dueños de la firma con sede en Gijón han contratado a Banco Santander y al estadounidense Stifel Financial Corp para tratar de ganar tamaño con una operación corporativa. La idea actual, aunque el proceso está todavía en fase incipiente, es integrarse en un grupo más grande o encontrar un socio que incremente los recursos del grupo.

La familia asturiana, que suma más del 80% del capital, no descartaría tampoco la venta de la totalidad de las acciones, avanza El Confidencial. Las fuentes consultadas por este medio señalan, no obstante, que la preferencia ahora es mantener una participación y seguir en la gestión.

La decisión, aseguran, se toma para ganar tamaño a la hora de poder presentarse a concursos internacionales de mayor calado. TSK cerró 2024 con unas ventas de 1.012 millones de euros –a la espera de auditar las cuentas- y un ebitda de 65 millones por lo que las mismas voces aseguran que la venta no se produce por la crisis del sector.

El movimiento llega, no obstante, con el sector agitado. El preconcurso de Duro Felguera es la cara de una crisis que también se ha llevado por delante, por ejemplo a Grupo Navec, que ha terminado en manos de Serveo y Acsa Sorigué. Además, el sector no es precisamente del agrado de la banca, escarmentada tras las perdidas sufridas en Duro o Isolux.

Pese a la incertidumbre, la firma ya habría atraído el interés de fondos árabes y empresas industriales estadounidense, según Expansión. Entre los fondos estarían QIA, PIF y Adia.

La empresa luce además el buen inicio de 2025, con unos volúmenes de contratación de 1.280 millones en lo que va de año. Además, suman proyectos por otros 1.000 millones en estudio que esperan cerrar a lo largo del primer trimestre del ejercicio.