El impulso industrial de Castilla y León tropieza con Bimbo y Renault
- El traslado fiscal de la automovilística se une al cierre de la empresa alimentaria
- La Comunidad ha liderado en los últimos dos años años el crecimiento de la producción industrial
Rafael Daniel
Valladolid,
Comienzo de otoño de vértigo para la industria de Castilla y León. En apenas 15 días, el cierre de la factoría de Bimbo en Valladolid, con 166 empleados, y el traslado de la sede social a Madrid de Renault Comercial, han convulsionado la realidad socioeconómica de la región, generando una inquietante sensación de desmantelamiento industrial.
"¡Se ha marchado Renault!", espetaba el pasado martes en las Cortes regionales el secretario regional del PSOE, Luis Tudanca, encargado de desvelar el cambio de domicilio fiscal de Valladolid a Madrid de la firma automovilística, auténtico buque insignia del sector regional de la automoción. Tudanca cuantificaba que con el traslado, la Comunidad perdía 2.683 millones de euros de facturación, lo que conllevaba una disminución de 282 millones de euros en la recaudación fiscal.
La multinacional del rombo respondía de forma casi inmediata y aclaraba que Renault España, con 9.000 empleados, mantenía su sede social en Valladolid, aunque reconocía el traslado de la empresa encargada de la comercialización de los coches, con 300 empleados, a la localidad madrileña de Alcobendas. "Renault España ha tenido, tiene y tendrá su sede siempre en Valladolid porque es donde están las fábricas. Seguimos pagando los mismos impuestos en Castilla y León", señalaron fuentes de la compañía, que explicaba que "tenemos una pequeña sociedad encargada de la comercialización que ha tenido históricamente en Madrid. Y la sede de esa sociedad es la que se ha trasladado a Madrid. Nuestra apuesta sigue siendo Castilla y León", añadían, mientras la Junta defendía el mantenimiento de la actividad industrial en la región y negaba que la operación supusiese una menor recaudación fiscal.
Triplica el beneficio
El pasado año Renault España, que engloba las actividades de las fábricas que tiene el grupo en España, logró un beneficio de 77 millones de euros en 2023, un 5,1% en comparación con el ejercicio anterior. Pero la otra sociedad que tiene el consorcio automovilístico francés en España, Renault España Comercial y que se encarga de comprar los vehículos Renault, Dacia y Alpine a la matriz francesa, volvió a incrementar sus ganancias e ingresos a lo largo del pasado ejercicio. El beneficio alcanzó los 42,4 millones de euros, casi tres veces más en comparación con los 16,7 millones de euros logrados en el año 2022, según consta en las cuentas individuales de la compañía depositadas en el Registro Mercantil.
La polémica por el traslado de uno de los buques insignia llegaba pocos días después de otro mazazo en otro de los sectores estratégicos para la Comunidad, el agroalimentario: el cierre de la planta de Bimbo en Valladolid, con más de 210 trabajadores afectados, 166 de ellos directos.
La sombra de otros cierres
La marcha de la multinacional mexicana hacía recordar otros grandes desmantelamientos industriales en la Comunidad: los cierres de Mondelez en Valladolid en 2017 -que se salvó en última instancia con su venta a Grupo Damel aunque solo se mantuvieron 72 de los 232 empleos existentes-; el de la planta de Gamesa en Miranda de Ebro (Burgos) en 2018, con 133 empleados, o el de Lauki, también en la capital del Pisuerga, con 86 empleados, en 2018.
Si miramos a las estadísticas, los datos de movilidad de los últimos años no son precisamente halagüeños para la Comunidad. Castilla y León ha perdido 564 empresas en los últimos 9 años por los cambios de sedes sociales a otras comunidades autónomas y fue la única, junto a Cataluña, con saldos negativos durante todos los ejercicios del período 2015-23, según datos de Informa. En el caso de Cataluña, se marcharon 5.216 negocios, sobre todo desde que se inició el proceso soberanista. La pujanza de Madrid aparece como telón de fondo. El pasado año, Castilla y León tuvo un saldo negativo de 44 empresas por los cambios de domicilio registrados en 2023, de los que el 65% se ubicaron en Madrid.
La Comunidad fue la segunda en crecimiento de la producción industrial en 2023
En el pasado ejercicio, este movimiento societario benefició a 9 comunidades autónomas, que consiguieron atraer a más empresas de las que se fueron (Baleares -22-, Canarias -36-, Cantabria -4-, Castilla-La Mancha -60-, Comunidad Valenciana -43-, Extremadura -2-, Galicia -36-, Comunidad de Madrid -71-).
Pero de otro lado, los datos reflejan el vigor industrial de la Comunidad. El pasado año el Índice General de Producción Industrial (IPI) en Castilla y León aumentó un 3,2 por ciento, cuando en España cayó ocho décimas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Fue la segunda mejor evolución de la media anual del ÍPI del país donde siete comunidades autónomas elevaron su producción industrial y diez registraron tasas negativas. Los mayores avances los protagonizaron Canarias (+5,6 por ciento), Castilla y León (+3,2 por ciento) y Madrid (+2,9 por ciento), mientras que los mayores descensos fueron para Murcia y Cantabria.La situación se está repitiendo este año. La producción industrial creció un 9 por ciento en Castilla y León en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior cuando la media nacional se redujo un 3,5 por ciento. Y en lo que va de año la producción industrial en la comunidad se ha incrementado un 5,4 por ciento, cinco puntos más que en España, con apenas un 0,4 por ciento de crecimiento.
Sin impacto fiscal según la Junta
El consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha garantizado que el impacto económico del traslado de la sede social de Renault Comercial a la Comunidad de Madrid es "cero" en la Comunidad. "Es neutro, no tiene efecto", ha asegurado.
Según Carriedo, los únicos impuestos que tienen impacto en la Comunidad son los de Transmisiones Patrimoniales, IRPF e IVA, y en este caso no afecta a las arcas autonómicas pese a que el PSOE cifró en las Cortes regionales la pérdida de ingresos en 282 millones de euros. Según Fernández Carriedo, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales no se ve afectado porque el tributo se paga en el lugar donde se adquiere un nuevo inmueble.
En cuanto al 50 por ciento del IRPF, la recaudación sería la misma ya que la Declaración de la Renta de los trabajadores se registrará en Castilla y León porque no hay traslados de personal. Por último, también correspondería el 50 por ciento del IVA en la fase minorista que, por tanto, se paga allí donde produce la transmisión y la transacción de ese bien.