Industria

Compac y Caesarstone se enfrentan a más demandas por silicosis en España

  • Los afectados aseguran que Cosentino no es el único responsable del problema

María Juárez, Javier Romera

Las demandas por silicosis están a la orden del día; pero no son un problema de ahora ni una cuestión que afecte solo al grupo Cosentino. Empresas como Compac, Levantina y hasta la compañía israelí Caesarstone, que cotiza en bolsa, también se están viendo sumidas en esta oleada de demandas.

"El foco mediático está solo puesto en Cosentino y ellos no son los únicos culpables. Son muchas las empresas y los talleres que trabajaban con estos materiales y no informaban correctamente de las medidas de protección a sus trabajadores como la israelí Caesarstone o Compac", asegura Daniel Ramón Cosas, presidente de Silikosia, la asociación de afectados de silicosis del País Vasco.

En la misma línea, Francisco Torrico, presidente de la Asociación de Perjudicados por la Silicosis en Andalucía y portavoz de la plataforma Stop Silicosis, asegura que "en todos los casos las demandas se dirigen contra el marmolista, pero también contra los fabricantes y Cosentino, aunque es el más importante, no es el único porque hay otras". Las asociaciones de afectados advierten así de nuevas demandas contra estas empresas. 

Fabricantes y distribuidores

Ni Compac ni Caesarstone han respondido a las llamadas de este periódico. Sí que lo ha hecho Levantina, que insiste en que no era fabricante. "Nuestra labor era únicamente de distribuidor y de una forma residual, en ningún caso fabricante, siguiendo en todo momento las instrucciones para su comercialización y transmitido la información", asegura. De hecho, insiste en que la única sentencia hasta ahora la absuelve por completo de cualquier tipo de responsabilidad al respecto.

Son muchas así las demandas de afectados por silicosis que se acumulan en los tribunales en los últimos años, con varias sentencias ya sobre la mesa. Así, por ejemplo, en un auto de 2016 por un delito contra los derechos de los trabajadores y por seis delitos de lesiones imprudentes, la Audiencia Provincial de Vizcaya emitió un auto en el dijo que tanto Consentino como Levantina eran responsables por "no haber suministrado ninguna ficha de seguridad del Silestone/Caesarstone a Marmolerías Cid hasta el año 2009 y, respecto de Cosentino (además), por no haber mencionado en la etiqueta o pegatina con la que se suministraba el producto, el alto contenido en sílice y su potencial peligroso". Se da la circunstancia de que Levantina es el distribuidor en España de Caesarstone.

Dos años más tarde, la misma Audiencia de Vizcaya declaró que ni Cosentino ni Levantina incluyeron "ningún tipo de información sobre el uso y manipulación de los productos hasta 2009". A lo que añade que existen "indicios suficientes sobre una indebida información y etiquetado de los materiales peligrosos para la salud".

En el caso de la empresa Mármol Compac, el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria dictaminó en 2020 que junto con Consentino, "suministraron material de aglomerado de cuarzo, con fichas de datos de seguridad donde se advertía de trabajar en húmedo para evitar el polvo de sílice, y pegatinas en los tableros". Daniel Ramón Casas se muestra contundente e insiste en que "durante años las empresas y sus departamentos de riesgos laborales han estado ignorando el problema y no atendiendo la salud de sus trabajadores, por lo que seguiremos denunciando a todos los fabricantes". 

Más allá de los procesos legales, los casos de silicosis podrían acabar paralizando la salida a bolsa de Cosentino  ante la acumulación de demandas por los problemas que pondría suponer para su reputación corporativa.