Industria

Celsa pidió 75 millones a los fondos acreedores a mediados de marzo

  • Fti asegura que esta petición indica que ya necesitaba liquidez con anterioridad
Foto: Efe

Rubén Esteller

Celsa pidió a sus actuales acreedores una línea de liquidez de 75 millones de euros a mediados de marzo, tal y como figura en el análisis que ha realizado la consultora Fti, que lo considera como un indicador de los problemas económicos de la compañía antes de la llegada del coronavirus. Los detalles de esta negociación han sido presentados al Juzgado de lo Mercantil de Madrid por parte de los fondos acreedores que en abril se vieron sorprendidos cuando Celsa acudió a los tribunales para paralizar el pago de su cuota anual por la financiación lograda en 2017 aludiendo a la cláusula rebus sic stantibus.

Por su parte, Celsa aseguró este lunes a elEconomista, que "la única línea de liquidez que ha solicitado Celsa ha sido a través del instrumento habilitado por el Gobierno tras el surgimiento del pandemia de coronavirus. Celsa se acogió, una vez surgida la pandemia, y como muchas otras empresas, a esta línea de crédito, destinada a reforzar tesorería en un momento de tensiones excepcionales generadas por el impacto del Covid-19 en la economía. Esta línea de crédito le ha sido concedida ya por Santander, Bankia, BBVA, Caixa y Sabadell con el aval del ICO, institución que, además de avalar, participa directamente en la línea de crédito con 14 millones de euros".

Según los fondos, tras la petición de Celsa de marzo, los acreedores hicieron varios planteamientos a la compañía para buscar un acuerdo. En el planteamiento realizado el 16 de mayo, los acreedores ofrecían la concesión de un crédito de hasta 75 millones a Barna Steel, con el propósito de que ésta pudiera hacer frente a las necesidades de liquidez.

Los prestamistas eran: Attestor Capital, Canyon Partners, Cross Ocean Partners, CVC Credit Partners, Deutsche Bank, Goldentree Asset Management, Goldman Sachs International Bank y Sculptor Capital Management.

El propósito del préstamo era simplemente cubrir las necesidades de capital de la operativa del negocio y no se podía utilizar para financiar o refinanciar adquisiciones. Dicho crédito se dividía en dos tramos de 51 millones y de 24 millones con un tipo de interés del 6% anual en efectivo y un 2% anual en deuda adicional. El vencimiento tendría lugar a los 12 meses o la fecha en la que el préstamo Jumbo y/o el préstamo convertible fueran refinanciados, un extremo que se esperaba en todo caso para el año 2021.

Los covenants aplicables eran los mismos que se firmaron en el Contrato Jumbo 2017 para acceder a una financiación de 900 millonesde euros. Adicionalmente, el 15 de mayo, los acreedores del Préstamo Jumbo y del Préstamo Convertible propusieron una reestructuración de los préstamos con el objetivo de proporcionar la dispensa temporal del cumplimiento de los covenants para garantizar la liquidez de la sociedad, extender los vencimientos de pago, desapalancar el balance y permitir a los actuales accionistas que se mantuvieran como accionistas mayoritarios, asegurar la continuidad de la Dirección, y mantener la plantilla de trabajadores del Grupo.