Indices Mundiales

Wall Street comienza la semana con pérdidas: el Dow Jones se deja el 0,08%


    elEconomista.es
    Gráfico DOW-JONES

    Wall Street cerró hoy a la baja y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cedió un 0,08% arrastrado por el sector sanitario y pese a la recuperación del precio del petróleo en los mercados internacionales.

    Ese índice bajó 14,24 puntos y terminó en 18.529,29 unidades, el selectivo S&P 500 perdió un 0,09%, hasta 2.180,89 enteros y el índice compuesto del mercado Nasdaq se dejó un 0,15%, hasta 5.213,14 unidades. El Nasdaq 100, por su parte, ha cedido en la jornada un 0,13%, terminando en los 4.784,74 puntos.

    Así, los principales selectivos estadounidenses no han seguido la estela de los europeos y se han movido a la baja a pesar de fuerte rebote que han experimentado los dos barriles de crudo.

    Si el pasado viernes los índices estadounidenses volvían a marcar nuevos máximos históricos, estos no se han mantenido en el arranque de la semana ya que los bajistas han logrado imponerse en los principales selectivos de Wall Street.

    Para Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, las caídas de la sesión no han sido más que una "consolidación de la fuerte subida del viernes". Además sugiere que el Nasdaq 100 está cerca de sus máximos intradía cuya superación le harían entrar en subida libre.

    El petróleo, que en el arranque del año era uno de los motores de la bolsa, no ha conseguido serlo en la jornada. El crudo intermedio de Texas (WTI) subió hoy un 2,92% y cerró en 43,02 dólares el barril, por las especulaciones que la Organización de los países exportadores de petróleo (OPEP) podría volver a intentar frenar la producción para acabar con el exceso de oferta mundial.

    Por su parte, el barril de petróleo Brent para entrega en octubre cerró en el mercado de futuros de Londres en 45,18 dólares, un 2,03% más que al término de la sesión anterior.

    Con todo ello, los inversores parecen haberle hecho caso omiso a los datos macroeconómicos que han llegado desde China cuando está muy cerca de cumplirse un año de la primera devaluación del yuan que condujo al crash chino del pasado 24 de agosto.

    En concreto, el gigante asiático ha dado a conocer su mayor superávit comercial desde enero, con 52.300 millones de dólares. Sin embargo, dichas cifras son el resultado del desplome de las importaciones ya que las compras que ha realizado para consumo interno han bajado un 12,5% en julio, lo que sugiere una debilidad en la demanda interna está débil.

    Con este, el país suma 21 meses de caídas consecutivas en las importaciones. Del mismo modo, las ventas al exterior de China han caído un 4,4% en julio, más de lo estimado. Con todo ello, algunos expertos hablan de la incertidumbre del Brexit como uno de los motivos de la caída.