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Sólo cuatro autonomías respetan los topes de deuda 'a la carta' que les fija Montoro

  • Las regiones tienen también un grave problema de endeudamiento

Pepa Montero

El endeudamiento de las autonomías creció el 12% en 2014, pese a ser ese el año en el que España dijo adiós a la recesión oficialmente, lo que ilustra la dificultad de las Administraciones territoriales para embridar el déficit público y reducir las numerosas hipotecas legadas por los sucesivos Gobiernos regionales. Y 2015 ha comenzado con la misma tónica de aumento de la deuda autonómica: 3.671 millones más en el primer trimestre respecto al cierre de 2014.

Según los últimos datos del Banco de España, únicamente Canarias, Galicia, Madrid y Navarra cumplen por ahora sus topes de deuda a la carta para 2015 fijados por el Ministerio de Hacienda, que comanda Cristóbal Montoro. A saber: tienen que cerrar el año con un pasivo máximo del 15, 18,2, 13,4 y 18,3% de sus respectivos PIB, y a finales de marzo registraban el 14,5, 18, 13,2 y 18,2%, respectivamente.

Es decir, las cuatro se ajustan a sus objetivos individuales, aunque por un escasísimo margen, que va desde una a cinco décimas, en el mejor de los casos (el de Canarias).

En cambio, entre enero y marzo, los restantes 13 Gobiernos autonómicos rebasan ya sus metas de deuda oficiales, no sólo para este ejercicio, sino para los dos próximos. Las más incumplidoras son Murcia, Valencia, Baleares y Cataluña, que superan con creces sus techos individuales, además de exceder en mucho la meta del conjunto de las CCAA este año (el 21,5% del PIB nacional).

Murcia, la más desviada

La más desviada respecto a su tope a la carta es Murcia, que tiene autorizado un endeudamiento máximo del 22,3% de su PIB, y que en marzo ya acumulaba una deuda del 26,4%. Es decir, ha rebasado en 4,1 puntos porcentuales la meta impuesta por el Ministerio de Hacienda.

La segunda autonomía que más falta a su compromiso de endeudamiento es la Comunidad Valenciana, que tiene empeñado el 37,5% de su Producto Interior Bruto, frente a un tope individual del 33,5% hasta finales de 2015. Es decir, en sólo tres meses incumple su techo en 4 puntos porcentuales de PIB. El caso de Valencia es de los más sangrantes, ya que es la región con un mayor pasivo público en función de su PIB, según cifras del supervisor bancario.

Baleares -tercera región que más se aleja de su tope individual de pasivo público- tendría que acabar el año debiendo, como mucho, el 26,1% de su PIB, y a finales de marzo adeudaba el 29,5%; esto es, presenta un exceso de 3,4 puntos porcentuales. El Ejecutivo balear se encuentra entre los peores en cuanto a trayectoria de la deuda: las últimas estadísticas del Banco de España lo sitúan como el cuarto más endeudado en relación a su Producto Interior Bruto.

Cataluña es la autonomía más endeudada en términos absolutos, con un total de 64.792 millones de euros a finales de marzo. Ahora bien, en relación a su techo de pasivo individual es sólo la cuarta más incumplidora: Hacienda le autoriza este año una deuda del 30,4% del PIB y, puesto que cerró el trimestre con el 32,2%, se pasa en 1,8 puntos porcentuales.

El quinteto de regiones más díscolas con sus techos de deuda a la carta lo completa Castilla-La Mancha, que debe el 33,7% de su PIB y tiene un objetivo menor: el 32,4%.

El déficit va a parar a deuda

Las autonomías que más se desvían en deuda son también las que acumulan mayor déficit, un ranking en el que en los últimos años siempre figuran Valencia, Murcia, Baleares y Cataluña. Sus responsables argumentan que padecen un problema de financiación, en tanto los expertos sugieren que, además de lo anterior, sus gestores demuestran ser más manirrotos. En todo caso, es innegable que las regiones tienen un grave problema de endeudamiento. De hecho, con los datos del Banco de España en la mano, las autonomías son las Administraciones que más han disparado su deuda conjunta durante la legislatura de Mariano Rajoy: a finales de marzo pasado debían un 65,7% más que a finales de 2011.

Mientras tanto, en esos mismos tres años y medio, la Administración Central aumentó su pasivo el 45,3%, por el 4% de alza producida en las corporaciones locales y el 0,12% que agrandó su deuda la Seguridad Social.

Repunte ligado a la crisis

La escalada de la deuda autonómica va ligada a la crisis, ya que a finales de 2007 el pasivo conjunto de los 17 Gobiernos regionales se situaba en el 5,7% del PIB. Un año más tarde alcanzaba el 6,6%, para ascender al 8,6% en 2009.

El punto de inflexión fue 2012, un ejercicio en el que la deuda regional repuntó en 4,4 puntos porcentuales de PIB -pasó desde el 13,5 al 17,9%-, y prosiguió en 2013, cuando las autonomías dispararon su deuda conjunta hasta el 20% del PIB.

En 2014 España salió de la recesión. No obstante, los Ejecutivos regionales se endeudaron en otros 67.679 millones de euros extras, con lo que su pasivo pasó a representar el 22,4% del PIB nacional. Una escalada que continúa en el primer trimestre de 2015, con la inmensa mayoría de las autonomías engordando sus pasivos: a finales de marzo arrastran una deuda total de 240.411 millones de euros (el 22,5% del PIB nacional).

Las cifras del Banco de España ponen en evidencia, asimismo, que las regiones en su conjunto tampoco cumplen el tope del 21,5% de deuda impuesto por el Ministerio de Hacienda para este año.

Las fuertes escaladas de deuda regional se deben en su mayor parte a las operaciones financieras del Gobierno de Mariano Rajoy para respaldar a las autonomías, a través de las líneas del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o el plan de pago a proveedores.

En todo caso, a la vista de las estadísticas, parece ingenuo pensar que se pueda cumplir la Ley Orgánica 2/2012, que dicta que la deuda de cada autonomía no debe exceder del 13% del PIB en el año 2020.