Pymes y Emprendedores
La mitad de los autónomos sólo percibe el complemento a mínimos en su jubilación
- Muchos contratan seguros privados más caros que la cotización
Trabajar una media de dos años más que los asalariados y percibir de media un 41,76 por ciento menos que los trabajadores adscritos al Régimen General, que "en cuenta" supone un total de 474,87 euros por debajo.
Ese es el resultado de combinar los términos autónomos y jubilación y, al menos, así lo reflejan las últimas estadísticas publicadas a fecha 1 de enero de 2013 por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en relación al número y cuantía de pensiones en vigor por regímenes y clases. Lo curioso es que este dato no tiene nada que ver con la creencia extendida de que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos sea peor que el Régimen General, sino con la flexibilidad propia del sistema, que permite al autónomo elegir voluntariamente la base sobre la que cotizar.
No afecta solo al trabajador
Esta particularidad del Régimen de Autónomos no afecta sólo al propio trabajador, sino que también el Estado ve perjudicadas sus cuentas, ya que debe equilibrar el resultado neto de unas cotizaciones por debajo de la media con el sistema de complemento por mínimos, que en el caso del colectivo de trabajadores autónomos se sitúa en más de un 19 por ciento por encima del total de beneficiarios adscritos al Régimen General.
Este desequilibrio y la necesidad de conseguir un sistema de cotización para autónomos evolucionado, es la base de los acuerdos adoptados en el Pacto de Toledo y ha sido manifestada por parte de las distintas asociaciones de autónomos, las cuales han puesto el debate sobre la mesa del Secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos.
Estas fórmulas tienen su principio fundamental en la defensa de que "la cotización media sea una cotización razonable y equilibrada con respecto a los ingresos efectivos, mediante una evolución progresiva, de tal manera que cada vez esté más cerca la cotización con los ingresos efectivos", tal y como explica Sebastián Reyna, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta). Reyna afirma, además, que "si se cotiza lo más cerca posible de los ingresos reales, el sistema se convierte en mucho más solidario, porque permitiría una reducción de la base mínima para aquéllos que menos ganan y resolvería, en parte, el problema de las bonificaciones".
La propia asociación reconoce que esta premisa no es fácil de llevar a cabo de manera inmediata, tanto por la propia dificultad de gestión del sistema, como por la reducción de renta que conlleva el cambio en sí, no obstante, sí es posible pactar un sistema a medio plazo. Entre las alternativas planteadas por la asociación, ésta propone ir a fórmulas como cotización en base a los ingresos efectivos percibidos los tres años anteriores, o un sistema desarrollado sobre la posibilidad de elección entre seis bases distintas, en función del estimado de los ingresos.
Contingencias rentables
Actualmente, más del 80 por ciento de los autónomos pensionistas percibe la prestación mínima y en torno al 84 por ciento de los cotizantes lo hace por su base menor. Estos elevados porcentajes vienen provocados, en gran medida, por la falta de información por parte de gestorías y mutuas, que no conciencian de forma suficiente al autónomo en una mentalidad de futuro.
Al analizar el fenómeno, resulta curioso que muchos de los autónomos contratan seguros privados complementarios que implican un mayor coste que el propio incremento de la base de cotización. Para Upta, es necesario conseguir que "el autónomo entienda que la Seguridad Social no es un impuesto, sino que es un ahorro y una garantía a futuro y en esa labor tienen un papel fundamental las gestorías y graduados sociales, que dada la guerra de precios, han bajado la calidad del asesoramiento" y añade que "el coste que supone al autónomo incrementar su base de cotización, no es significativo con los beneficios que le genera" .
Una de las claves para conseguir ese cambio de mentalidad en pro de la cultura de prestación, es la consolidación de los derechos a las prestaciones durante la vida laboral. Desde el año 2000 se han ido incorporando nuevas coberturas como las contingencias profesionales, incapacidad permanente y transitoria, maternidad, etc... que el autónomo puede disfrutar durante su vida activa y es en el momento en el que las utiliza cuando realmente puede comprobar la diferencia entre la cotización por mínimos y máximos.
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