Pymes y Emprendedores
Footters: "El mercado está ya saturado de partidos de Champions League, pero no de Segunda B"
- "El aficionado quiere dos cámaras, imagen fluída, narrador y repeticiones"
- "Emitimos entre 110 y 120 partidos de fútbol cada fin de semana"
Javier Calvo
Madrid,
El fútbol es un negocio cada vez más global, que mueve más dinero y en el que no parece que haya espacio para nuevos actores. Sin embargo, la plataforma de streaming Footters se ha hecho un hueco, apostando por la emisión de torneos y competiciones de Segunda B y Tercera División, un nicho de negocio que estaba sin cubrir.
Julio Fariñas es el CEO de la compañía, finalista de la VI edición de la Startup Competition organizada en el marco del South Summit, en la que ha competido en la categoría de marketing y contenido. Por su parte, Julio Muñoz es el CMO de la compañía.
¿Qué es lo que hace vuestra plataforma?
Footters es una plataforma de streaming de partidos de fútbol no habitual, el de Sagunda División B y Tercera. El mercado está saturado de partidos de Primera División, Segunda, Segunda, Champions League, Selecciones... por lo que nosotros nos centramos en partidos que hasta ahora no se habían emitido y de los que había demanda por parte de los aficionados.
¿En qué momento decidísteis lanzar el proyecto? ¿Por qué?
Pensamos que había un mercado. Es verdad que es algo que no había hecho nunca nadie, y como todo el mundo, te dices que "será por algo". Pero Julio Fariñas, que fue jugador de Segunda B y Tercera, notaba que había mucha afición en el campo, pero luego tenía muchas dificultades no ya para ver los goles, sino incluso para saber cómo habían quedado los partidos. Por eso se planteó crear esta especie de Netflix del fútbol modesto, y en un año y medio tenemos acuerdos con casi 200 equipos, emitimos entre 110 y 120 partidos cada fin de semana, y contamos con 170.000 usuarios que han comprado un partido, un abono mensual o un abono anual.
¿Cuál es vuestro tipo de cliente?
En un primer momento pensábamos que nuestro potencial cliente era el aficionado que iba al campo en Segunda B y Tercera, y que necesitaba una herramienta para poder seguir a su equipo cuando jugaba como visitante. Pero nos hemos dado cuenta de que de los 90 minutos de grabación se pueden sacar muchos productos, también para los profesionales del fútbol. Por ejemplo, los ojeadores, ya que les puede ayudar a detectar el talento lo antes posible, lo que se puede traducir en una importante plusvalía. Pero también para entrenadores, que pueden analizar a sus rivales antes de enfrentarse a ellos, para los patrocinadores, o para los propios jugadores, que quieren poder enseñar a sus hijos los goles que marcan.
¿Ha cambiado en los últimos tiempos mucho la forma de consumir el fútbol?
Está cambiando mucho todo, y el fútbol en concreto, que es una de las cosas más transversales que tenemos, todavía más. Nosotros queremos adelantarnos a esos cambios.La gente necesita estar viendo el partido con una segunda pantalla. Necesita tener un grado mayor de interacción, poder expresarse, protestar por un penalty, decir quién le ha parecido el mejor jugador y el peor... en todo ese tipo de gamificación es en lo que estamos trabajando nosotros. Otro cambio importante es que hace un tiempo era imposible pensar que la gente fuera a ver el fútbol en la pantalla de su móvil, y ahora el 70 por ciento de nuestra audiencia ve los partidos a través de estos dispositivos. Fíjate si hemos cambiado, de querer una televisión lo más grande posible a un móvil con el mejor procesador posible.
¿Qué papel juega la tecnología para vosotros?
Somos muy disruptivos, porque la tecnología ha avanzado y nos lo ha permitido. Por ejemplo, con las cámaras automatizadas, para partidos en lugares donde no es fácil encontrar a alguien que pueda operarlas. Antes las cámaras automatizadas no eran tan precisas como las actuales. Recuerdo un partido en el que el entrenador de uno de los equipos era calvo, y la cámara le seguía a él en vez de al balón. La tecnología no estaba preparada, pero ahora sí. De hecho, un usuario medio no es capaz de diferenciar cuándo la cámara está operada por un humano o automatizada. Lo que nos pide el usuario, que antes casi no sabía cómo había quedado un partido, es una retransmisión con dos cámaras, que no se corte, que la imagen vaya fluida, que tengra grafismos, repeticiones y una narración.
¿Cuál es el coste de la suscripción para los usuarios?
Creo que hemos logrado un precio muy ajustado. Cada usuario paga 6,99 euros al mes, para acceder a todo lo que emita Footters, tanto en directo como en diferido. Y casi la mitad de ese dinero se va para los clubes. Al final, beneficiamos a los aficionados, que ahora pueden ver partidos que antes no veían; a los jugadores, que ahora tienen más visibilidad; a los ojeadores, que no tienen que dar tantos viajes para ver a un jugador; y también a los equipos, que tienen una relación más cercana con sus aficionados y además logran un ingreso extra.
¿En qué situación económica se encuentra Footters?
Hemos completado varias rondas de financiación, y en los primeros meses de 2020 queremos afrontar nuestra primera ronda Serie A —pensadas para startups que ya tienen ingresos pero que aún no han logrado beneficios, y que se abren a otros inversores ajenos al entorno familiar y business angels—.
¿Qué objetivo os marcáis de cara al futuro?
Somos buenos mirando donde nadie ve. No vamos a entrar en el fútbol de élite o en otros deportes saturados, donde ya hay operadores con muchos más recursos. Pero hemos detectado muchas competiciones y muchos deportes con mucha afición, pero desasistida. Así, nuestro crecimiento no va a ser hacia arriba, sino hacia abajo, tanto en categorías inferiores del fútbol como en deportes no tan mayoritarios. Es donde nos vemos, donde queremos estar y donde creo que aportamos más valor.
¿Qué valoración haceis de vuestro paso por el South Summit? ¿Habéis tenido una buena acogida?
Estamos encantados, no hemos dejado de reunirnos con gente. Este tipo de eventos son ideales para estar alerta sobre un montón de buenas ideas que se están produciendo en cualquier lugar del mundo. Hay cosas con las que incluso te puedes integrar.