Pymes y Emprendedores
La web que desnuda a las empresas: Glassdoor inicia sus actividades en España
- Impone la transparencia a través de opiniones anónimas de los empleados
- Aspectos que saca a la luz: salarios, beneficios, calidad directiva o trato humano
Ramón Oliver
En el año 2007 un empleado de la agencia de viajes norteamericana Expedia envió a la impresora equivocada los resultados de una encuesta que la compañía había realizado entre sus empleados. El despiste provocó que una información que inicialmente estaba reservada solo para los ojos de la alta dirección quedara expuesta a la vista de todo el que pasara por allí, hasta que alguien se dio cuenta del error y fue a retirar aquella bomba de relojería antes de que cayera en las manos equivocadas… ¿O deberíamos decir en las manos adecuadas? Esa fue, al menos, la reflexión que se hicieron Robert Hohman y Tim Besse cuando el primero, trabajador de Expedia, le contó a su amigo la anécdota. Los dos jóvenes emprendedores llegaron a la conclusión que si las personas que buscan empleo tuvieran acceso a las opiniones de los empleados de una determinada empresa acerca de aspectos como salarios, jefes o el trato humano que dispensa a sus trabajadores tendrían en su poder una herramienta de información inmejorable antes de decantarse por el lugar en el que desean trabajar.
Acababa de nacer Glassdoor, una compañía que tras doce años analizando las entrañas de más 1 millón de empresas en 190 países acaba de aterrizar en España. Básicamente, Glassdoor es una web de empleo en la que los empleados y ex empleados de una compañía pueden volcar de manera anónima sus opiniones y valoraciones sobre la misma para que otros usuarios las consulten. En otras palabras, es una especie de TripAdvisor del empleo. "Cada vez nos guiamos más por las opiniones de otros usuarios. En base a ellas decidimos dónde comemos, dónde nos vamos de vacaciones... Así que ¿por qué no también la empresa en la que vamos a trabajar?", comenta John Lamphiere, vicepresidente y director general para EMEA de Glassdoor.
Glassdoor se define a sí misma como una web de búsqueda empleo. Pero sus características especiales le hacen asemejarse más a un marketplace en el que empleadores y candidatos se encuentran y comparten informaciones de utilidad que les ayudan tomar mejores decisiones. Todo gira, resume Lamphiere, alrededor del contenido. "En nuestra web los usuarios encuentran información acerca de salarios, beneficios, cultura, condiciones de trabajo y otros aspectos relevantes acerca de un determinado empleador. Con la particularidad de que ese contenido es suministrado por las personas que mejor conocen la compañía: sus empleados y antiguos empleados", señala.
Cuantas más opiniones se vierten en el sistema, más crece la comunidad y también las empresas empiezan a volcar en el sistema sus valoraciones acerca de lo que supone trabajar en ellas desde su propia perspectiva. "Es como tener las dos caras de la misma moneda. En la medida en que las valoraciones de los empleados coincidan con las que la empresa tiene de sí misma, estaremos ante una empresa atractiva para trabajar. Los problemas llegan cuando hay divergencias", indica el directivo.
Y las hay. Según una encuesta realizada por la propia firma en España, el 85% de los profesionales españoles cree que la realidad que luego encuentran en la empresa difiere bastante respecto a lo que les contaron durante el proceso de selección. La publicación de este tipo de informaciones privilegiadas puede destapar esas brechas y, afirman los responsables de la firma, ayudar a reducirlas.
Escasa cultura
Las compañías todavía no son del todo conscientes del daño que puede hacerles que sus empleados expresen su descontento en Internet. En España, solo las grandes multinacionales manejan estos riesgos reputacionales y ya trabajan para lograr que sus trabajadores actúen como embajadores de la organización de cara al exterior. Porque, además, las consecuencias de una mala valoración en Glassdoor pueden ir más allá de la ya grave de por sí pérdida de talento. "A mayor compromiso de los empleados con su organización, mejores resultados. Y esto lo saben quienes ponen el dinero. Por eso, cada vez más inversores incluyen nuestros informes como un indicador de peso para tomar sus decisiones de inversión", dice Lamphiere.
Para poder beneficiarse de las opiniones y valoraciones de los empleados, los usuarios deben aportar a su vez contenido de utilidad. Todas las opiniones son anónimas, si bien Glassdoor establece unos controles de identidad y también modera los contenidos para evitar que la web se convierta en un repositorio de descalificaciones de exempleados resentidos o que las compañías puedan intentar contaminar los resultados con falsas opiniones favorables. Las compañías reciben una puntuación del 1 al 5 en base a una serie de aspectos preestablecidos. El sistema está diseñado de tal forma que los usuarios deben consignar tanto los aspectos que consideran negativos como los positivos y sugerir mejoras. "De este modo buscamos el equilibrio y tratamos de evitar sesgos", argumentan sus responsables.
Glassdoor España
Hasta la fecha, en España la empresa registra unos datos relativamente modestos: 77.000 ofertas de empleo para 428.000 visitas mensuales que arrojan un total de 67.000 opiniones acerca de 3.700 empresas. Pero estas cifras se han conseguido, aclara el directivo, "sin haber hecho nada específico en España. Por eso pensamos que hay un claro interés y un deseo genuino de traer más transparencia a este mercado". Una web completamente en español y adaptada al mercado local es la primera piedra de un proceso que culminará posiblemente con la apertura de una sede.
"Las compañías que quieran competir por el mejor talento tienen que empezar a hacer cosas de un modo diferente"
La deseada transparencia puede sacar a la luz deficiencias e irregularidades. Los responsables de Glassdoor, sin embargo, no creen que las empresas españolas tengan motivos para sentirse amenazas. Al contrario, "les va a permitir detectar errores y mejorar procesos", asegura Lamphiere. Y es que esconder los trapos sucios debajo de la alfombra ha dejado de ser una opción en esta era de la sobreinformación. "En un mundo cada vez más transparente, las compañías que quieran competir por el mejor talento tienen que empezar a hacer cosas de un modo diferente. Y aquellos empleadores que abrecen antes esta idea tendrán una clara ventaja competitiva. Porque ahora un aspirante a un empleo es una persona informada y que maneja alternativas. Y entre esas opciones siempre va a elegir aquella en la que la cultura y los mensajes corporativos hayan sido validadas por las opiniones de otros empleados".
Los datos sobre España (Fuente: Glassdoor)
- El 85% de los españoles que buscan empleo o que están trabajando dicen que la realidad laboral tiende a diferir respecto a las expectativas establecidas durante el proceso de selección.
- El 86% de los españoles que se encuentran trabajando actualmente afirma que desearían tener una mejor y más justa compensación salarial por su puesto de trabajo y habilidades, tanto en su empresa como en el mercado laboral local.
- El 81% de las personas que están buscando trabajo y que están trabajando en España comentan que les resultaría útil leer opiniones de trabajadores, actuales y antiguos, a la hora de decidir dónde trabajar.
- El 71% de los españoles que buscan empleo o que trabajan actualmente dicen que encontrar la cultura laboral apropiada es más importante que ganar más dinero.
- El 76% de los encuestados españoles no negociaron su salario y aceptaron el que les ofrecieron en su actual o más reciente oferta de trabajo.
- El 52% de los españoles, tanto en búsqueda activa de empleo como empleados, buscan o planean buscar un nuevo trabajo en el próximo año.