Pymes y Emprendedores
Seis señales que indican que es hora de cambiar de trabajo
- La pérdida de ilusión, el cansancio o el estrés son algunas de ellas
Ignacio Camuñas
Madrid,
Los intereses profesionales y las metas pueden cambiar y evolucionar con el paso del tiempo. Es posible que un trabajador pierda la motivación en su trabajo, que la empresa en la que desarrolla sus labores se le quede pequeña, o incluso que, aunque teniendo un buen desarrollo en su empresa, piense en la posibilidad de un cambio. Estas son algunas de las señales que indican que es hora de cambiar de empleo:
1. Sentirse a menudo cansado y estresado
Existen una serie de signos que indican el aumento del estrés profesional, un estrés que puede afectar tanto al estado de ánimo como al sistema inmunitario. Todo esto, además de poder perjudicar notablemente el rendimiento laboral, debe ser controlado ya que si no se hace puede conllevar problemas de salud más serios a medio y largo plazo.
2. Pérdida de confianza en la empresa
Muchos trabajadores, cuando empiezan en una compañía, se sienten orgullosos de identificarse con la cultura de ésta. Con el tiempo esa relación puede distanciarse, de manera en la que la percepción de la empresa por parte del trabajador puede verse modificada.
Puede que haya decisiones por parte de la organización que no encajen con la visión del profesional, o que éste se vea apartado de la trayectoria profesional que tenía planteada debido a algún tipo de reorganización. Todo esto indica que es hora de empezar un nuevo reto.
3. Mirar mucho el reloj
Muchos trabajadores se pasan mucho tiempo de su jornada laboral mirando la hora, contando los minutos que les quedan para marcharse a su casa. Si ya no es posible mantener la ilusión por el trabajo, ni las ganas de marcar la diferencia, es momento de buscar otro proyecto que reavive la ilusión profesional.
4. Las habilidades no coinciden con los intereses personales
Hay personas que son contratadas para realizar tareas en las que son realmente buenas pero que no necesariamente disfrutan haciendo y, por tanto, acaban haciendo de su virtud su condena. No siempre es posible alinear los intereses personales con la actividad profesional, pero cuanto más tarde se haga, más difícil será cambiar.
5. Sentirse invisible
Sentirse valorado por la empresa es algo que todo trabajador desea, sobretodo para la gente que trabaja en equipo. La atmósfera de trabajo debe ser agradable, productiva y alentadora. Si las opiniones y contribuciones a la empresa no son reconocidas, si las relaciones dentro del trabajo no son tan cordiales como solían ser, es ocasión de buscar otro empleo.
6. El puesto se queda pequeño
Permanecer en un rol por un sentimiento de lealtad o por miedo al cambio, puede convertirse en una experiencia desmotivadora y llevar a imponer un innecesario freno a tu desarrollo profesional. Un profesional puede sentirse capacitado para afrontar nuevos y más importantes retos, pero si la empresa no le permite seguir creciendo, hay que explorar otras opciones.