Gobierno monocolor, con permiso de Rivera
- Cs está recibiendo fuertes presiones para que UP no entre en el Gobierno
- Hay conversaciones avanzadas para posibles gobiernos de coalición
José María Triper
Aunque nada se va a saber hasta después de las elecciones autonómicas y locales de mayo, todas las impresiones recogidas en ámbitos próximos a los líderes de los dos partidos vencedores el 28-A apuntan a que Sánchez formará un gobierno monocolor de socialistas con algún independiente, con la más que posible abstención de Ciudadanos, formación con la que se buscarán acuerdos puntuales para garantizar la estabilidad del país, al menos durante la primera mitad de la legislatura.
Quienes están cerca del Presidente afirman que su opción preferida es y sigue siendo Ciudadanos. Recordar que desde el balcón de Ferraz en la noche electoral y frente al clamor de voces gritando "con Rivera no", Sánchez se limitó a responder que "nosotros no ponemos cordones sanitarios a nadie". ¿Una pista?
Cierto que desde la formación naranja se sigue repitiendo, por activa y por pasiva, el "no es no" a Sánchez. Pero también lo es que muchos de ellos admiten en privado que están recibiendo "fuertes presiones" para facilitar un gobierno del PSOE y, sobre todo, para evitar la entrada de Podemos en ese futuro Ejecutivo y que en las decisiones que vaya a tomar no esté sometido al chantaje de los independentistas y los antisistema.
Presiones desde dentro y desde fuera y desde las órbitas de la política, la empresa y las finanzas. De hecho el primero en pronunciarse ha sido Arcadi Espada, fundador e ideólogo de Ciudadanos, quien el lunes postelectoral no dudaba en afirmar en su columna que "Cs debe asumir lo que hizo pero no lo que dijo. Está obligado a dar su apoyo a un Gobierno de Sánchez". En la misma línea se expresaba el presidente de la patronal Antonio Garamendi, mientras que destacados colaboradores de Rivera recuerdan la influencia que en las decisiones del partido tienen las directrices y opiniones de las entidades financieras que han apoyado la creación, primero, y el crecimiento, después, de Ciudadanos.
Reconocen también que existen ya conversaciones "avanzadas" entre socialistas y Ciudadanos para formar gobiernos o para apoyos mutuos en Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón. No en Madrid donde las expectativas es que la aritmética permita el gobierno de los naranjas con los apoyos del PP y, si fuera necesario de Vox.
Facilitar el Gobierno y moderar sus decisiones mediante el apoyo parlamentario es la apuesta.
Un gobierno de coalición parece descartado. No interesa a ninguno. A Sánchez porque su objetivo es seguir quitando protagonismo y votos a Podemos. Y a Rivera porque su empeño ahora es dar la puntilla del sorpasso al Partido Popular para convertirse en la única alternativa de Gobierno frente al PSOE. Pero el hecho de que no haya boda no impide que existan convivencia y relaciones.
P.D. Al margen de las reacciones, negociaciones y especulaciones, es de justicia reconocer que las encuestas del CIS acertaron casi plenamente el resultado electoral y por ello pedir disculpas públicas por la críticas a José Luis Tezanos y su equipo. Nobleza obliga.