Suavizar el daño a la empresa catalana
elEconomista.es
El Ibex 35 cerró con un avance del 1,34% en el día posterior a la intervención del president Carles Puigdemont en el Parlamento catalán. Sería erróneo ver en ese alza algo más que un leve alivio para el selectivo. Puigdemont no aclaró ninguna incógnita con su proclamación de independencia suspendida inmediatamente después.
Como denuncian las principales patronales y expertos en elEconomista, la incertidumbre económica continúa intacta. De hecho, estas organizaciones temen que el éxodo de empresas (que ayer firmas como Bimbo o Axa agravaron) no sólo se prolongue, sino que experimente un salto cualitativo. Ya no se trataría sólo del traslado de domicilios sociales y fiscales; también se produciría la mudanza de centros de producción. La manera en que el daño que ya sufre la economía catalana se incrementará sería dramático en caso de que la inseguridad se prolongase sine die.
Sin duda, el Gobierno dio ayer un paso clave para atajar esa indefinición. El requerimiento enviado a la Generalitat establece un plazo bien concreto (hasta el jueves día 19) para que el Govern explique si lo que proclamó el pasado martes es la independencia y sobre todo para que vuelva a la legalidad. Se trata de un requisito previo ineludible para una posible aplicación "inmediata" del artículo 155 en el caso de que Puigdemont persista en su desobediencia, tal y como consta en el requerimiento.
Esta aplicación llevaría a una intervención de las competencias autonómicas que, si se hace con inteligencia, debería ser gradual. Más allá de esto, lo fundamental es que el Gobierno ha acotado el periodo de incertidumbre para el tejido empresarial catalán, lo que suavizará los daños para su economía y la del Estado.