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Economía: ¿somos italianos?

    Imagen: Dreamstime.

    J. R. Pin Arboledas

    Lunes pasado: miro al Ibex 35 y a la prima de riesgo. El índice bursátil se mueve a la baja; lo esperado después de la victoria de Sánchez. Pero enseguida se recupera. A las cuatro de la tarde perdía un 0,22% (casi plano), mantiene el 10.800 como suelo. La prima de riesgo, igual en 120 puntos. Creía que subiría, pero no. ¿Es que ya no importa la incertidumbre política a los agentes económicos españoles?

    Lo observé hace años en Italia. Allí empresarios, sindicatos, inversores y consumidores toman decisiones sin contar con la incertidumbre política interna. En su norte industrial, su sur más agrícola o su centro de servicios nadie se para o se lanza por lo que ocurra en la Roma política.

    Lo que ocurre entre la clase política no les importa. Se hacen y deshacen gobiernos, coaliciones y se convocan elecciones y el país sigue funcionando. Les preocupa más Bruselas que Roma. ¿Está pasando lo mismo aquí?

    Eso ocurre en Italia porque su economía es abierta, sus vaivenes dependen más de fuera de sus fronteras que de dentro de ellas. Tras la Segunda Guerra Mundial se internacionalizó. España lo empezó a hacer a finales de los 90 (40 años después) y se ha acelerado en la crisis.

    Nuestra mayor industria (el turismo) es global; nuestras pymes exportan como nunca; las fronteras comerciales con Europa ya no existen. ¿Importa lo que hagan los políticos? Sí, pero a sectores regulados como la energía, la banca o las constructoras y gestoras de infraestructuras. Sin embargo, las empresas más grandes de esos sectores ya tienen mucho fuera.

    Al Santander le pesa más la crisis política de Brasil, que la de España. A Ferrovial sus relaciones con el Gobierno inglés en gestión aeroportuaria. La economía española se italianiza. ¿Afortunadamente? Parece que sí. Ese es el "cambio de modelo económico" que los expertos demandaban. El real, no el diseñado por los políticos, el realizado por las empresas y sus trabajadores.