Firmas

Falta de ambición económica del PP

  • Los 'populares' se 'olvidan' de nuevas medidas para el mercado laboral

Miguel Ángel Bernal Alonso

La semana pasada se inició, oficialmente, la campaña para las elecciones generales del próximo día 20. Digo oficialmente pues los cuatro principales partidos llevan ya tiempo de campaña. Faltaba por conocerse el programa del partido que todas las encuestas encumbran como el más votado, el PP, aun cuando en cuatro años se deja una amplia mayoría absoluta y todo parece indicar que deberá llegar a una entente con alguno de los rivales, donde el partido de Rivera parece estar situado en el mejor puesto. Como recientemente comenté el resto de programas, en esta ocasión me centraré en el de los populares. El título es: Consolidar la economía para crear empleo y bienestar. Es apropiado, pues España es de los países que más ha sufrido en esta crisis, la cual ha devastado y empobrecido a la clase media. Un mercado laboral disfuncional, ocasionado por la dicotomía entre el tipo de contratación: temporal o indefinido; así como una estructura económica que ocasiona temporalidad, peso escaso de la actividad industrial frente a hostelería o construcción, son a mi juicio los principales factores que llevan a temporalidad o precariedad. Pues bien medidas para atajar y doblegar esta situación no se encuentran. No hay ni una sola mención a la reducción drástica de la multitud de contratos laborales; mucho menos a la creación de un contrato único que evite la dicotomía. Además el PP parece abandonar la promesa que hizo de cambiar la estructura productiva del país potenciando el sector industrial. Para ello sería necesario una apuesta por la educación de alta calidad centrada en una formación profesional muy cualificada; por supuesto de esquema dual, con la participación de las empresas mediante contratos de aprendizaje. Ahí el programa popular hace aguas o, mejor, no dice nada; sin embargo esta transformación es totalmente necesaria si queremos tener un mercado laboral más estable y no atacado de una enorme temporalidad, además de que los salarios sean mucho más altos que los actuales.

Las medidas que contiene en materia de empleo son apropiadas; por ejemplo, poner un mayor acento en formación para el capital humano, algo que reducirá el tiempo que una persona pasa en el paro además de llevar a una inserción laboral mucho más rápida, pero son medidas de corto plazo y escasas. Se hecha de menos un programa mucho más amplio, más largoplacista. Permítanme un ejemplo: para el drama del paro juvenil entre las medidas propuestas encontramos el impulso de la contratación a través de cotizaciones negativas. Desde luego nada que objetar, pero no es suficiente. Entre los problemas del desempleo juvenil nos encontramos con: gran número de abandonos escolares; desvinculación de los centros educacionales y formativos con la realidad económica; falta de programas profesionales para sectores con demanda de puestos de trabajo; endogamia de universidades sin control de temarios y profesores, además de falta de apertura al exterior. Es aquí donde, insisto una vez más, el programa del partido se queda escaso, pobre.

El programa también se deja llevar por los populismos y medias verdades, como es el caso de las sicav. El dinero que hay en ellas procede de ahorro, el cual ha tenido que pagar IRPF; también puede venir de herencias que ya han pagado previamente IRPF, el del finado y que además, en algunas CCAA, se somete a Impuesto de Sucesiones. El problema de nuestros partidos, donde incluiré al PP, es que les gusta que nuestro patrimonio se invierta en casas, así la tributación soportada es enorme: IVA o ITP, plusvalías municipales, IBI, recalificaciones de terrenos rústicos. Lo importante en el tema de grandes fortunas es que el dinero permanezca en España; mucho cuidado con populismos demagogos no vaya a ser que se produzca una fuga de capitales.

Otra parte importante del programa es, cómo no, la fiscalidad. Un punto que el PP sabe que es complicado y debe gestionar, pues en estos cuatro años de Gobierno son más de cuarenta las figuras impositivas que ha creado o ha subido. Aquí se tienta bien las vestimentas y sus propuesta son vagas, sin concretar. Sí, nos habla de bajar el IRPF, pero esa bajada beneficiaría principalmente a las rentas bajas y las más altas, pero no o muy levemente a la clases medias. Además, nos hablan de tipos impositivos, pero si aumentamos la base tributaria, el dinero sobre el que tenemos que pagar, esa rebaja del IRPF puede quedarse en nada.

El programa (habrá que ver si lo cumplen pues ya sabemos lo que pasó) es vago, con falta de miras, no resuelve graves problemas de nuestra economía o solo parchea.