Evasión
Este es el pueblo de las tres mentiras: una joya medieval en España perfecta para visitar este verano
- Una villa que forma parte de la red de "Pueblos Más Bonitos de España"
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Víctor Ruiz
En el norte de España hay algunos de los pueblos más bonitos de nuestro país, pero es en la costa occidental de Cantabria donde se encuentra uno de los más emblemáticos. Tradicionalmente se conoce como la "villa de las tres mentiras" y todos los viajeros que llegan a él se terminan enamorando de su patrimonio histórico y su atmósfera medieval.
Se trata de Santillana del Mar en la Comunidad de Cantabria y, como dice el refrán, ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, pero aún así enamora. Un pueblo que se ha convertido en un refugio para aquellos que buscan escapar del calor sofocante o disfrutar de lugares tan importantes como la Cueva de Altamira.
El nombre del pueblo
La primera de las mentiras hace referencia a Santa Juliana, cuya colegiata guarda las reliquias de esta mártir cristiana como uno de los principales tesoros arquitectónicos de la villa.
Para desmentir la segunda solo hay que dar un breve paseo por sus calles que suben y bajan en un entramado de calles empedradas que, aunque de gran belleza, suponen cuestas y caminos serpenteantes.
La última es "del Mar" y es que tiene un gran legado de comercio pesquero aunque su playa más cercana esté a varios kilómetros de distancia.
Santillana del Mar, refranes a un lado, se considera uno de los conjuntos históricos mejor conservados de España y no es para menos. Ha formado parte de la red de "Pueblos Más Bonitos de España" desde julio de 2013 y en 2019 fue elegida Capital del Turismo Rural, consolidándose como uno de los destinos más visitados del norte.
Qué ver en Santillana del Mar
Recorrer la villa y pasear por sus calles empedradas flanqueadas por casas blasonadas y palacetes en piedra que han aguantado el paso de los siglos. Sin embargo, el que es su joya indiscutible es la Colegiata de Santa Juliana, un antiguo monasterio del 870 que fue convertido en colegiata en el siglo XI y reconstruido en el XII.
De hecho, la configuración de Santillana del Mar surgió alrededor de este monasterio. Se compone de dos calles que forman un crucero en forma de "Y".
Sin embargo, no es su legado medieval lo que más destaca y por lo que es un destino tan popular. A pocos kilómetros del centro se encuentra uno de los grandes tesoros de la Península: las Cuevas de Altamira, conocida como la "Capilla Sixtina de la Prehistoria".
Altamira, con pinturas de escenas de caza de hace unos 15.000 años, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1985. La cueva original está cerrada al público por motivos de conservación, pero el Museo de Altamira proporciona al visitante un pasaje por la historia gracias a la Neocueva: réplica exacta para contemplar el arte paleolítico.
En definitiva, un lugar ideal que mezcla la historia medieval con el pasado Prehistórico. Si a esto se le suma la gastronomía con quesadas, sobaos pasiegos y quesos locales se convierte en un lugar al que querrás volver todos los años. Además, en verano se organizan varios mercados de artesanía y productos típicos de la zona.