Crítica del final de 'El juego del calamar' (Netflix): una lucha entre crueldad, humanidad y traición para cerrar un fenómeno global

La segunda temporada de El juego del calamar acabó en todo lo alto y la tercera -seis capítulos que ya están disponibles en Netflix- comienza en ese mismo punto en que lo dejamos hace unos meses. La rebelión impulsada por Seong Gi-hun, el jugador 456, ha tenido consecuencias nefastas después de una masacre que ha dejado muertos en los dos bandos. Con Gi-hun detenido, el juego vuelve casi al punto de partida, o al menos a ese momento en el que quedó congelado, con participantes divididos, porque unos pretenden seguir adelante con las pruebas mientras que otros prefieren acabar de una vez por todas con la tortura.

En la habitación de los concursantes, donde el dinero del premio final no deja de incrementarse, siguen Dae-ho, Hyun-ju, Geum-ja, su hijo Yong-sik o Jun-hee, entre otros. En el bando de los guardias, será importante lo que ocurra con No-eul, la enigmática desertora norcoreana que estaba siendo todo un problema para sus compañeros, porque en la temporada 2 se empeñaba en rematar a las víctimas en vez de dejarlos moribundos para beneficiar el negocio del tráfico de órganos. Los espectadores deben estar muy pendientes de sus próximos movimientos, porque ahí veremos uno de los giros más interesantes en el arranque de los nuevos capítulos de la serie de Netflix.

Si echamos la vista atrás, otro de los cabos sueltos que nos dejó la segunda temporada tiene que ver con el detective Hwang Jun-ho, que se infiltró en el juego para buscar a su hermano. Rescatado por el capitán del barco, Park, pudimos ver cómo en el último capítulo éste reveló su verdadera identidad, porque no era tan inocente ni tan buen samaritano como pensábamos, sino que parece que está al servicio de los organizadores del juego para que nadie encuentre la localización real del mismo, que es lo que está intentando Jun-ho. La verdad sobre su historia es solo una de las incógnitas que se tienen que desvelar ahora, así como la realidad que hay detrás del nuevo líder del juego y del resto de participantes, porque en la segunda temporada quedó claro que todos tienen más secretos de los que aparentan. Incluso vislumbramos que las relaciones entre ellos tienen más capas que las que se ven a primera vista.

Máxima crueldad en la tercera temporada de 'El juego del calamar'

Los nuevos capítulos, que se consumen de forma voraz como todos los anteriores, son impactantes y sangrientos. Crueles, incluso, porque el capítulo 2 es uno de los más violentos que se recuerdan. Pero para saber quién muere y quién no, hay que ver la serie, aquí no valen los spoilers.

Con esta tercera temporada, Netflix pone fin a una serie que ha hecho historia en la televisión. Llegó a la plataforma con un perfil muy bajo, sin apenas publicidad, pero rápidamente causó furor entre los espectadores. La fiebre que se desató entonces afectó a todo el mundo, hasta convertirse en la más vista en la historia de la plataforma. La segunda temporada, que llegó tres años después, a finales de 2024, solo fue la primera parte de la traca final que explota desde hoy en Netflix.