Evasión

Ni el chocolate ni la stracciatella: el sabor de helado más popular entre los royals y VIPs (y dónde están los mejores del planeta)


elEconomista.es

En París, se sirve en vajilla de porcelana; en Dubái, bañado en oro comestible. Pero ya sea presentado en copa de cristal o en un modesto vaso de cartón reciclado, el helado de pistacho ha sabido conquistar la cima del gusto aristocrático. En un mundo donde el lujo y el refinamiento marcan la pauta, incluso los gustos más simples se convierten en declaraciones de estilo. Contra todo pronóstico, ni el chocolate ni la clásica stracciatella lideran el ranking de sabores favoritos entre la realeza y las celebridades internacionales. El verdadero protagonista —discreto, elegante y sorprendentemente adictivo— es el helado de pistacho.

Sí, el pistacho, ese fruto seco originario de Oriente Medio, se ha coronado como el favorito de paladares ilustres como el del rey Carlos III, quien lo prefiere en su versión siciliana, con notas salinas y textura granulada. También ha sido captado Tom Cruise degustándolo en Roma, y hasta Kate Middleton ha confesado en círculos cercanos su debilidad por una bola de pistacho bien elaborado en los calurosos veranos británicos.

Pero no todos los helados de pistacho son iguales. Los expertos coinciden en que la cuna del mejor pistacho del mundo está en Bronte, Sicilia, donde el "oro verde" crece sobre suelos volcánicos a las faldas del Etna. Aquí, pequeños productores transforman este ingrediente en un helado intenso, aromático y de color natural, muy lejos del verde artificial que a menudo invade vitrinas menos exigentes.

Entre los templos del pistacho helado figuran nombres como Il Cannolo Siciliano en Catania, Gelateria della Passera en Florencia, y el icónico Amorino, que con presencia en las grandes capitales europeas ha logrado llevar esta delicia a un público global sin sacrificar autenticidad. Pero si hay una dirección obligada para los amantes del pistacho en la Ciudad Eterna, esa es sin duda la Gelateria Ciampini, en Roma.

Ubicada en la elegante Piazza San Lorenzo in Lucina, Ciampini es mucho más que una heladería: es una institución romana, frecuentada por actores, políticos y miembros de casas reales de paso por Italia. Su helado de pistacho, elaborado artesanalmente con ingredientes de altísima calidad, ofrece un equilibrio perfecto entre dulzura, intensidad y textura. De sabor profundo y sin artificios, es considerado por muchos como uno de los mejores del mundo.

Donde saborear el mejor pistacho, ciudad por ciudad:

  • Madrid

Maison Glacée, del chef galardonado Jordi Roca, ha revolucionado la escena madrileña. Su helado de pistacho iraní puro es un homenaje al equilibrio y la textura cremosa. También destaca N2 Lab, donde el helado se elabora al instante con nitrógeno líquido y una precisión casi científica.

  • Barcelona

En la Ciudad Condal, Parallelo Gelato es la referencia. Fundada por tres italianos, su pistacho siciliano sin azúcar añadido es pura expresión natural. Otra joya es DeLaCrem, donde el producto estrella se elabora con frutos secos molidos al momento para preservar su intensidad.

  • Sevilla

La Fiorentina lleva décadas cautivando a sevillanos y visitantes. Su helado de pistacho, elaborado con materia prima italiana y un toque andaluz, ha sido premiado varias veces. Su textura densa y sabor redondo lo convierten en uno de los secretos mejor guardados de la capital hispalense.

  • Valencia

En esta ciudad mediterránea, Véneta Gelato Italiano destaca por su pistacho Bronte D.O.P., cremoso y de sabor profundo. La heladería Llinares, con décadas de tradición, también ofrece una versión memorable que combina tradición local y técnica italiana.

  • Granada

En la joya nazarí, el nombre que reina en el mundo del helado es Los Italianos, una heladería con casi un siglo de historia que ha sido testigo del paso de generaciones enteras. Su helado de pistacho, elaborado siguiendo recetas tradicionales y con ingredientes naturales, ofrece una textura delicada y un sabor auténtico, sin artificios. Situada en pleno centro, es parada obligatoria para quienes desean un bocado de elegancia helada bajo el sol andaluz.

  • París

La capital francesa es un paraíso para los amantes del helado artesanal. Destaca Berthillon, en la Île Saint-Louis, considerada por muchos la mejor heladería de Francia. Su helado de pistacho es profundo, elegante y elaborado con frutos secos seleccionados. También sobresale Une Glace à Paris, del campeón del mundo Emmanuel Ryon, que combina técnica de alta pastelería con ingredientes de excepción: su versión del pistacho, untuosa y sutilmente tostada, es una obra maestra. Finalmente, Pozzetto, en Le Marais, ofrece un pistacho 100 % italiano, cremoso y sin colorantes, que ha enamorado a locales y turistas por igual.

  • Milán

Capital de la moda y del gusto, Milán ofrece verdaderos tesoros heladeros. Il Massimo del Gelato es un santuario para los amantes del pistacho, con hasta tres variedades diferentes del mismo sabor. Gelateria Paganelli, histórica y refinada, también figura entre las más recomendadas por chefs y críticos.

  • Florencia

En la cuna del Renacimiento, el arte también se sirve en cucurucho. La Gelateria della Passera, pequeña y encantadora, es famosa por su pistacho auténtico, ligeramente tostado y de textura impecable. También destaca My Sugar, que ha ganado múltiples premios internacionales: su helado de pistacho con pistachos sicilianos de primera calidad es rico, suave y sin colorantes. Y para los amantes de la tradición con toques modernos, Perché No!, en pleno centro histórico, ofrece una receta centenaria que combina innovación con respeto por los sabores puros.

  • Nueva York

La Gran Manzana no se queda atrás. Il Laboratorio del Gelato, en el Lower East Side, es proveedor de algunos de los mejores restaurantes de Manhattan y su pistacho destaca por su pureza y color natural. Amorino también tiene presencia aquí, con su característico helado en forma de flor y materia prima europea.

  • San Francisco

En la costa oeste, Bi-Rite Creamery lidera la revolución artesanal. Su helado de pistacho orgánico californiano, con una pizca de sal marina, es una experiencia única. Smitten Ice Cream, por su parte, lo prepara al momento con tecnología patentada y un enfoque minimalista que realza el sabor natural.