Evasión
La polémica de 'Blancanieves' no perdona en taquilla y gana menos de lo esperado: el supuesto 'wokismo' que machaca su estreno
- La película recauda 44,3 millones de dólares en EEUU en su estreno, un dato inferior al esperado
- Una Blancanieves reivindicativa, enanitos hechos por ordenador y la mala relación entre las protagonistas, en el centro de las críticas
Cecilia Moya
La alegría que Blancanieves regalaba a su productor y creador (Walt Disney) en 1937, año de su estreno, ha estado lejos de repetirse en este segundo intento. La mítica historia de una princesa que se esconde en el bosque bajo el amparo de siete enanitos tras huir de su madrasta, una reina malvada que envidia su juventud y belleza, fue el primer largometraje de Disney y el que marcó el comienzo de todo un legado de bellas princesas que eran rescatadas por apuestos príncipes. Esta película impactó en niños y adultos de todo el mundo con tal éxito que es la que mayor recaudación ha obtenido en taquilla del universo Walt Disney. Pero ahora, la adaptación protagonizada por Rachel Zegler no cumple con las expectativas y se convierte en el remake menos taquillero de la historia de este sello.
La película dirigida por Marc Webb debutaba el pasado fin de semana (21 de marzo) en la taquilla norteamericana con una recaudación de 44,3 millones de dólares, un dato inferior a las bajas previsiones, que la situaban entre los 45 y los 55 millones. Si se suman las cifras de la taquilla a nivel mundial, alcanza los 87 millones de dólares, aproximadamente. De esta forma, la película se convierte en el remake de Disney con un peor estreno en el mercado doméstico, superando incluso al de Dumbo (que hizo 45 millones de dólares). Continuando con datos, la film ha costado un total de 250 millones de dólares, por lo que necesitaría más que duplicar esta cantidad (en torno a los 600 millones de dólares) para que le saliera rentable a la productora de Mickey Mouse.
Con todo, Blancanieves consigue colarse entre las diez más taquilleras de 2025 hasta la fecha, pero este dato no alienta si se tiene en cuenta que el calendario de estrenos ha sido poco competitivo este fin de semana.
Las tres polémicas clave
Mucho antes de que la película viera la luz en cines, la polémica ya se cernía sin tregua sobre ella. Una princesa "woke", unos enanitos hechos por ordenador y la mala relación entre las protagonistas (Rachel Zegler, como Blancanieves, y Gal Gadot, como reina malvada) han pasado factura.
Era la propia Rachel Zegler quien desveló en 2022 algunos detalles de esta esperada película de live action antes de su estreno y las críticas no tardaron en aparecer. La actriz hizo unas declaraciones que no sentaron bien a quienes idolatran el universo Disney en su versión más clásica, despertando la indignación de los fanáticos más acérrimos cuando Rachel describía con contundencia que la film que ella protagonizaba se distanciaría de los sesgos antiguos de la anterior: "La película origina es de 1937, esto es muy evidente. En la original se centra mucho en su historia de amor con un chico que literalmente la está acosando. Un poco raro. Así que aquí haremos otra cosa. Quizá recortemos al príncipe de la película, quién sabe. Esto es Hollywood, bebé".
La politización no tardó en aparecer y han sido muchos los que se han alegrado de este pinchazo en el estreno, ya que lo achacan a la "deriva proge" del remake. Desde redes sociales penalizaban también que a pesar de que el cuento de los hermanos Grimm en el que se basa la película refería que Blancanieves era "tan blanca como la nieve y más bella que ninguna", en la nueva versión de Webb se ha elegido para protagonizarla a la actriz Rachel Zegler, "que no es tan blanca y sí bastante fea", y a Gal Gadot para dar vida a la malvada madrastra.
Disney ha decidido que Blancanieves, "tan blanca como la nieve" y más bella que ninguna, ya no es blanca y sí bastante fea. Y encima ponen a Gal Gadot, que es un 10, como la reina envidiosa.
— Miss Bennet (@Miss_Bennet5) August 10, 2024
El wokismo es un ridículo continuo, a ver si se arruinan de una vez. pic.twitter.com/G8LHxZgnBZ
Unos enanitos hechos por ordenador también desataban la furia de muchos. La polémica surgía mucho antes del estreno, cuando se supo los personajes que habían sido elegidos como los nuevos enanitos (sólo uno padecía enanismo realmente) y tras las críticas del actor Peter Dinklage, que tachaba esta película como "una maldita historia retrógrada sobre siete enanos que viven juntos en una cueva". Finalmente, la productora de Mickey Mouse optó porque dichos personajes fueron generados por ordenador para reflejar una mayor diversidad en el elenco y no depender de los estereotipos. Una medida que, lejos de agradar y complacer, volvía a poner al largometraje en el centro de todas las críticas.
De hecho, el propio Peter Dinklage, actor que padece displasia acondrogénica, expresó su descontento al considerar que Disney debería haber elegido actores con enanismo para interpretar a los enanitos, en lugar de recurrir al CGI (imágenes generadas por ordenador). El intérprete de Juego de tronos señaló que estos roles estaban hechos para actores de su estatura y lamentó que no se les brindara esa oportunidad.
Y la guinda del pastel de la polémica, por si acaso faltaba algo, la pone la supuesta mala relación entre las protagonistas. Los rumores ya sonaban debido a la falta de conexión entre las mismas y sus diferentes posturas políticas, pero terminaron de dispararse cuando Gadot no apareció en Segovia junto a Zegler en el estreno europeo de Blancanieves a pesar de haber aparecido en múltiples eventos para promocionar su película como la D23 Expo de Disney en 2022 y en los Oscar.
Desde People aseguran que Zegler "no tiene nada en común con Gal Gadot", que, entre otras, es israelí y ha defendido la liberación de rehenes compatriotas presos por Hamás, mientras que Zegler ha expresado abiertamente su apoyo a Palestina en el conflicto. Una fuente consultada por el medio citaba también que "a Gal le molesta el drama de la película" después de que Zegler haya hecho comentarios como que la versión original no le gustaba y estaba "anticuada".
Otras voces discordantes tachan de "forzado" este enfrentamiento entre las protagonistas por parte de la prensa amarillista, con esa manía de perpetuar la idea de dos mujeres exitosas que rivalizan, con el objetivo de seguir explotando una retórica que, afortunadamente, sí que quedó anticuada hace mucho tiempo.