Evasión
Las cascadas más bonitas de España se esconden en un pequeño pueblo de 300 habitantes de Zaragoza
- Este encantador municipio se encuentra en las proximidades de uno de los monumentos más visitados del país
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Gloria Martínez
Aragón es una de las comunidades autónomas más bonitas de España. Su amplia extensión le otorga una gran variedad de diversos territorios, desde grandes y nevadas montañas hasta espectaculares cascadas que dejan caer el agua libremente hasta lagos y ríos. En ese espacio, habitan encantadores pueblos que parecen sacados de un cuento de fantasía y que enamoran a todo el que los visita.
Viajamos hasta la provincia de Zaragoza para descubrir Nuévalos, un precioso municipio aragonés de poco más de 300 habitantes. La belleza de este lugar no reside únicamente en sus empedradas y acogedoras calles, también en los lagos, saltos de agua, cascadas, grutas y naturaleza que lo rodea. Si estás buscando un lugar en el que desconectar y disfrutar del paisaje, este es tu sitio.
Pero eso no es todo, en las proximidades del pueblo se encuentra el Monasterio de Piedra, uno de los elementos turísticos más importantes de Aragón. Este edificio del siglo XIII fue creado en el 1218 y cuenta con un claustro anexo. Sin duda, la imponente belleza de este lugar ya hace que merezca la pena viajar hasta allí, pero Nuévalos todavía tiene mucho más que ofrecer.
La cascada Cola de Caballo
El entorno natural de Nuévalos destaca por el Embalse de la Tranquera, una espectacular masa de agua que reposa a orillas del pueblo creando una imagen única. En el parque natural del Monasterio de Piedra hay más de 17 cascadas como las del Vado o la cascada del Iris, pero sin duda hay una que destaca por encima del resto, la impresionante cascada Cola de Caballo.
Esta cascada de más de cincuenta metros de altura es, para muchos, la más bonita de España. La impresionante caída de agua que rompe con fuerza contra la superficie creando una imagen única. Pasear por los tranquilos caminos de este lugar es una auténtica maravilla que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida. Tampoco puedes perderte otros enclaves como el mirador de la Caprichosa, la Peña del Diablo o el lago de los Patos.