Evasión
Tres destinos 'slow life' para una escapada en familia por la naturaleza (y a menos de tres horas de Madrid)
Elena Parra
Madrid lo tiene (casi) todo. Pero hay veces que necesitamos escapar del ritmo frenético de la ciudad y aislarnos en la naturaleza se convierte en el mejor refugio posible. Especialmente ahora, que estamos a punto de caramelo de recibir la primavera, sabemos que necesitas ese 'break' para desconectar y dejar que la primavera altere tu sangre, en toda su esencia. Por eso, hemos pensado por ti y te traemos tres destinos 'slow life' (tranquilísimos) para que vayas organizando tu próxima escapada, ya sea con amigos, en pareja o con tus hijos. Y lo mejor de todo: (casi) todos están a menos de tres horas en coche de Madrid. ¿Te animas?
El Cortijo Peñardera: un refugio de ensueño entre un mar de olivos
¿Te imaginas despertar frente a una cristalera, donde, mires hacia donde mires, solo encuentras paz y naturaleza? Deja de imaginar, porque este lugar existe y está más cerca de ti de lo que piensas. En pleno corazón de la Sierra de Segura, en Jaén, se encuentra el Cortijo Peñardera. Ubicado en una de las zonas más impresionantes del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, que alberga la mayor superficie protegida de España, y rodeado de un inmenso mar de olivos, este lugar invita al mítico "desconectar para reconectar". Aquí, el frenesí de la rutina pasa a un segundo plano, mientras el silencio lo invade todo.
El complejo es un antiguo cortijo jienense, una finca familiar reconvertida en un destino slow life: está compuesto por diez apartamentos independientes con cocina-salón (con chimenea incluida), dormitorios, baño y una mini terraza con vistas a la naturaleza. En los exteriores, remanece un oasis de paz y evasión, con una piscina rodeada de pinares y hamacas, varias zonas ajardinadas, recepción y un minimalista Honesty Bar (un bar de autoservicio muy 'chic'). También hay zona de aparcamiento. ¡Es petfriendly!
El lugar está completamente rodeado de pura naturaleza. Donde podrás realizar actividades en el medio rural, como senderismo, recolección de setas, actividades acuáticas (el Pantano de Siles está a escasos 9 kilómetros), o bañarte en alguna de sus bonitas pozas naturales (¡la favorita es la Peña del Olivar!). Es, sin duda, un destino ideal para vivir una experiencia rural con los cinco sentidos.
A los pies de la sierra de Gredos: la Casa de los Tomillares con aires 'provenzales'
A escasos 180 kilómetros de la capital, se encuentra este precioso hotel boutique, donde todo lo que hay en su interior te lo puedes llevar a casa si te gusta. A los pies de la sierra de Gredos, en Ávila, está la Casa de los Tomilleros, un pequeño complejo rural dispuesto en ocho habitaciones con aires de la Provenza francesa. Si has visto Emily en París, sabes de lo que te estoy hablando...
Un rincón único, creado con un mimo especial. Su propietaria, anticuaria y decoradora desde hace 22 años, ha diseñado este espacio para ofrecer un destino diferente, donde el lujo y el confort se fusionan con la calidez y la sensación de estar en un hogar de campo. Su concepto es claro: un hotel para quienes no les gustan los hoteles.
La Casa El Bálsamo: un oasis natural con una cueva termal
Los paraísos naturales en el interior también existen (por no decir que, en la mayoría de casos, son mejores que los destinos de playas paradisíacas). A menos de dos horas de Madrid, en Belmonte (Cuenca), se encuentra un oasis natural que merece ser descubierto. Este rincón escondido en la serranía conquense, ofrece una escapatoria perfecta para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza sin alejarse demasiado de la capital. Te hablo de la Casa El Bálsamo, un pequeño hotel rural que alberga en su interior unos espacios impresionantes: cuevas termales, piscina en exterior de agua salada, patios con encantos del siglo XVI... Todo rodeado de viñedos y naturaleza en su esencia más pura.
El complejo cuenta con 7 habitaciones, 2 apartamentos (ideal para una familia de 4), y una villa independiente (con espacio para 10 personas). Todas con nombres de flores: amapola, lavanda, poleo, manzanilla... Además, tiene dos cuevas: una de ellas termal cavada en una roca natural, y la otra, es una alacena (antes una bodega) donde se puede disfrutar de una copa de vino al calentín de la chimenea. Es ideal para una escapada de finde, ¿no crees?
Ya sea que busques tranquilidad, naturaleza o simplemente un espacio para recargar las pilas, estos destinos te ofrecen todo lo necesario para dejar atrás el estrés y disfrutar de un respiro. Desconectar para reconectar, o eso dicen, ¿no? Prepara las maletas y date el lujo de hacer una pausa... ¡Para estrenar la primavera!