Evasión

El país europeo con la técnica más rara para tirar cerveza es también la cuna de la auténtica Pilsnen Urquell

Fuente: Pilsner Urquell

María León

Tomar cerveza es todo un arte y es por ello por lo que esta bebida es una de las más extendidas por todo el mundo. Con una historia y una tradición milenaria, son infinitas las posibilidades y las técnicas para tirar una buena cerveza. Porque seamos sinceros, ¿realmente cuál es la manera correcta de hacerlo? La respuesta dependerá de a quién preguntes.

Por lo general, la jarra debe estar helada y debe tener uno o dos dedos de espuma. No obstante, por increíble que parezca, hay países donde lo más importante es la espuma, tanto que las proporciones cambian. Y sino que se lo digan a República Checa.

Con mucha mucha espuma

Todo comienza con la tradicional cerveza Pilsner, una de las más consumidas en el mundo. Esta joya de oro líquido es un motivo de orgullo en el país y no solo eso, sino que se encargan de cuidar hasta el más mínimo detalle. Pero lo que hace que sea tan especial es la manera en la que la sirven y es que para ellos entre más espuma, mejor. ¿El motivo? Sostienen que a través de ella se puede determinar realmente la calidad de la cerveza.

La forma más común en el mundo de tirar la cerveza, con poca espuma, es la que se conoce en República Checa como Hladinka. No obstante, aquí las más consumidas y servidas en los pubs son la Šnyt y la mlíko. Ambas con poca cerveza y una gran cantidad de espuma, más o menos un 70% y un 90%, respectivamente.

Cerveza mlíko | Fuente: Pixelshot

En el caso de Šnyt, la capa de espuma trata de mantener fría la cerveza y por lo general se acostumbra a tomar en pequeños sorbos. Mientras, la mlíko es considerada como un postre, ya que suele tomar como la última bebida y de una sola sentada. Tiene un sabor dulce y su textura es parecida a la del merengue.

La cuna de la Pilsnen

No es noticia que en República Checa la cerveza es casi una religión y un modo de vida. Aunque existen más de 250 marcas y más de 1000 cervecerías, la auténtica estrella del país es la Pilsner Urquell. Nació en el año 1842 en la ciudad de Plze?, ubicada en la región de Bohemia. Allí, un cervecero bávaro llamado Josef Groll fue quien inventó esta nueva elaboración de cerveza al salirse de los estándares y experimentar con nuevas técnicas.

Para ello empleó una malta mucho más pálida de lo habitual y lúpulo de la variedad Saaz, típico de la zona. Y como aquello no era suficiente, también innovó en la técnica, conocida ahora como 'fermentación en frío'. El resultado, una cerveza de color dorado brillante, de sabor limpio que no solo se ha convertido en la favorita de la región de Bohemia, sino del mundo entero.

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