El municipio murciano famoso por su balneario que se llevó el 'Gordo' del sorteo de Navidad: "mucha gente se compró casa"
- Han pasado 60 años desde que cayera el Gordo de Navidad en Fortuna
- La bebida que cada vez bebemos menos, ayuda a reducir el colesterol y controla el azúcar en sangre
- Cuando lo imposible se vuelve posible: el hallazgo europeo de un túnel interestelar que conecta el sistema solar con otras estrellas
Víctor Ruiz
La Navidad es uno de los momentos más esperados del año, sobre todo para aquellos que aguardan con impaciencia el 22 de diciembre, fecha en la que tendrá lugar la lotería de Navidad. En esta época es frecuente recordar la emoción de años anteriores y, concretamente en la Región de Murcia, tuvo lugar uno de los mejores escenarios tras el que muchos vecinos pudieron aprovechar para comprarse casas, tapar agujeros y, en definitiva, mejorar el pueblo.
Fue en la madrugada del 22 de diciembre de 1964 cuando un rayo impactó contra el reloj de la iglesia de la Purísima Concepción en el municipio de Fortuna, un pueblo muy conocido por su famoso balneario.
La tormenta pasó con la mañana, con un amanecer que llegó con un inesperado regalo. Fue concretamente a las 9.45 horas cuando se anunció el número "20.426". El Gordo de Navidad había caído en Fortuna y los vecinos no pudieron alegrarse más.
El premio dotó al término municipal con 37,5 millones de pesetas, a 60.000 por cada papeleta que estuvieron repartidas por todo el vecindario. Esto fue la base para que el pueblo cambiara radicalmente y prosperara.
De la administración de la calle de la Cruz salieron las papeletas que se venderían por todo el barrio. El hijo de la lotera, Jorge Lajara, fue el que las llevó al consistorio para después repartirlas mediante talonarios. Las papeletas costaban 10 pesetas, 8 eran para el juego y 2 de beneficio.
Han pasado 60 años desde que tuviera lugar la noticia que cambiaría la vida del pueblo y sus habitantes lo siguen recordando con cariño. Muchos se pudieron comprar una casa sin tener que recurrir a pedir un préstamo.
Una parte de los décimos fueron repartidos por el cabo de la Policía Local Joaquín Palazón, procedente de Cieza, pero se había asentado con su familia en Fortuna. Unos días antes del sorteo se desplazó a diversas pedanías con el motivo de "darle salida" a uno de los números que nadie quería comprar y terminó siendo el agraciado.
"Se fue a venderlo por los campos con la moto. Estaba lloviendo mucho, pero él se fue hasta allí. Mucha gente se quedó con la papeleta pero no la pagó porque no tenía dinero", comentó la hija del cabo a Europa Press.
La noticia causó un gran revuelo y no fue para menos. Desde que se conoció todo el pueblo llegó a las puertas del Ayuntamiento para celebrar. "Nosotros vivíamos en un almacén y mi padre pudo comprar una casa para su familia", comenta la hija de Palazón.
El obispo coadjutor, Juan Cánovas, fue otro de los agraciados y quiso compartir los 12.000 duros entre su familia, diversas obras de la escuela de Hermanas Apostólicas y aquellas personas más necesitadas de la comunidad.
La familia de la regidora actual, Catalina Herrero, consiguió una parte de este premio. Con el dinero del Gordo se pudieron tapar agujeros con arreglos que necesitaban de su casa. "Fue un momento muy especial porque le tocó a mucha gente que lo necesitaba; había vecinos que no tenían baño y con ese dinero pudieron hacerlo", comenta Herrero.
Otra de las opciones que tuvieron los vecinos para adquirir este número fue a través del Bar Celó, de Francisco Barceló. El propietario distribuyó el boleto a cambio de un tercio de cerveza.