Evasión

Andrés Arconada recomienda 'Cónclave', un nido de avispas con aguijón entre cardenales


Andrés Arconada

Nunca imaginé que la reunión de cardenales para elegir a un nuevo Papa podría resultar un perfecto nido de avispas a la espera de ver quién pica antes y con más dolor. Intrigas, apariencias, mentiras y un largo etcétera que intentaremos descifrar en Cónclave, la película que os quiero recomendar esta semana.

Todo comienza con la muerte del Papa, de la que sospechamos que incluso puede no haber sido natural, y el encargo al cardenal Lawrence de organizar y liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo, la elección de un nuevo Pontífice. Cuando los líderes de la Iglesia católica se reúnan en los salones del Vaticano, nuestro protagonista se verá atrapado en una compleja conspiración al tiempo que va descubriendo un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia.

En primer lugar, era muy importante que la escenografía fuese perfecta, algo que efectivamente lo es, así como la interpretación de los distintos personajes. La actuación de Ralph Fiennes dando vida al cardenal Lawrence es sobresaliente, una interpretación sutil donde no sólo actúa en sus parlamentos, siempre brillantes, sino también en sus silencios y composturas. Es tan increíble lo que hace este actor, sencillamente magistral, que toda la crítica está señalando este papel como lo mejor que ha hecho a lo largo de su trayectoria cinematográfica el actor británico. De hecho, se habla, y con razón, de que estará nominado como mejor actor en los próximos Oscar. De momento ya lo está para los Globos de Oro.

Algunos pueden pensar que esta película está enfocada para aquellos que profesen la religión católica, pero se equivocan, porque va destinada a todo el mundo, independientemente de sus creencias. Incluso es posible que el final de Cónclave moleste a los católicos, y bastante. Hay que matizar que la película es pura especulación ficticia sobre las maquinaciones que hay detrás de un cónclave, ya que la inesperada forma en que se desarrollan las cosas parece casi perfecta. Incluso puedes llegar a pensar que es como una plegaria.

Película efectista

Volviendo a nuestra historia, y concretamente a nuestro protagonista, asistimos a ese momento donde este hombre tiene dudas sobre su fe, al igual que las tuvo el Papa fallecido al que le preocupaba el futuro de la Iglesia. El cardenal tomará decisiones y se verá obligado a saltarse algunas reglas para averiguar la verdad, y es que los cardenales lanzan acusaciones muy graves. A Lawrence no le valen los rumores sino que quiere resultados, por lo que realiza una investigación en circunstancias extremas, trabajando su propia moralidad. Ante la posibilidad de ser elegido Papa, el cardenal se mantendrá firme en su rechazo y pedirá el voto para un candidato que, aunque pecador, pide perdón, frente a los charlatanes que dicen ser puros y dignos.

Cónclave es un thriller casi político, oportuno y tenso, una película efectista y disfrutona a la vez que sofisticada y agudamente apasionada. Pero también es un melodrama muy inteligente que llega a un clímax final bastante sorprendente, que puede provocar alguna polémica al explorar un territorio nuevo. Yo no me la perdería.