Evasión

Aquí se come el mejor bocata de calamares de Madrid: en la castiza Plaza Mayor y por tan solo 4 euros

Fuente: Istock

María León

Para cualquier apasionado de la gastronomía que se encuentre en Madrid, comer un buen bocadillo de calamares es prácticamente una obligación. Pan crujiente, calamares rebozados y salsa, este icónico y castizo bocata es perfecto para cualquier hora del día. Ahora, encontrar el bar perfecto donde saborear este plato es todo un desafío, ya que son muchos los bares los que pueblan la capital española. Esto ocurre sobre todo en la Plaza Mayor, pero, por suerte, gracias a 'Comilones Madrid' conocemos cuál es el mejor.

El mejor bocata de calamares de Madrid

La batalla por ser el mejor bocata de calamares siempre ha sido una incógnita en la capital y con ella la eterna guerra precios para hacerlo accesible para todos los bolsillos. Muy cerca de la Plaza Mayor, ubicado en la calle Botoneras número 6, el Bar La Campana puede presumir de tener el mejor bocata de bocadillo de calamares.

Durante casi tres décadas, desde que abren hasta que echan el cierre se dedican exclusivamente a lo que mejor saben hacer: los bocadillos. Y lo mejor de todo, excelente calidad, calamares recién llegados desde Vigo, una fritura perfecta y por tan solo cuatro euros.

Repleto siempre se gente, hay que hacerse un hueco para poder disfrutar de este manjar. No obstante, lo que no sabe todo el mundo, es que para comerlo fuera del local, no hace falta hacer la cola.

¿Qué más comer en La Campana?

Aunque en su infinita carta destaca el bocata de calamares, también hay otras opciones perfectas para todos los gustos, como el clásico pepito, el de jamón del bueno o el de lomo. Además, también es posible encontrar otros platos tradicionales de la gastronomía española: las bravas o el chorizo al alioli.

Lo que está claro es que sus grandes ventanales invitan a cualquiera a entrar y una vez dentro, al ver su carta, son pocos los que se resisten a probar sus bocatas. Todos son un acierto asegurado, pero el de calamares nunca falla y siempre apetece.