El invento para la cocina que es tan importante "como la rueda" según Karlos Arguiñano
- Uno de los básicos para cualquier cocina con el que ahorrar mucho tiempo
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Víctor Ruiz
La gastronomía española ha conseguido una gran fama y no es de extrañar que esta atraiga cada año miles de turistas. Una cultura de la cocina que empieza en casa y para la que se emplean utensilios y técnicas muy tradicionales. Sin embargo, uno de los básicos que tienen la mayoría de cocinas es sin duda la olla exprés, y así lo ha querido recoger el prestigioso chef Karlos Arguiñano.
En sus apariciones televisivas, que empezaron hace más de 36 años, Arguiñano acostumbre a dar algún que otro consejo para cocinar mejor, más sabroso, más rápido y con una mayor calidad. No es la primera vez que habla de ella, pero ahora ha querido darle su valor en la historia comparándola con la invención de la "rueda".
Con este invento se ha conseguido disminuir mucho el tiempo de elaboración de todo tipo de platos, sobre todo de verduras que de forma general requerirían mucho tiempo: "Es lo mejor. Cocinas lentejas en 8-10 minutos, una verdura como la borraja, alcachofa, cardo o puerros con patatas en 4 minutos. Esto es algo que enseño yo todos los días en mi programa", explica el chef.
La olla exprés, también conocida como olla de presión, fue inventada en 1679 por el físico y matemático francés Denis Papin. Papin la llamó originalmente "Digestor a vapor" (o "Marmita de Papin") y su propósito inicial era cocinar alimentos rápidamente utilizando vapor a alta presión, lo que también ayudaba a ablandar huesos y otros ingredientes duros.
El diseño básico de la olla exprés de Papin consistía en un recipiente hermético que podía mantener alta presión gracias a una válvula de seguridad. Esta válvula permitía liberar el exceso de vapor y evitar explosiones, un avance importante para su seguridad.
Este invento surgió gracias a las investigaciones del físico sobre las máquinas de vapor, pero aunque su invención ya supuso una revolución en la manera de cocinar, no tuvo un impacto comercial inmediato. Sin embargo, sentó las bases para las ollas de presión modernas.
Su popularidad llegaría en el siglo XX, cuando empresas como la estadounidense National Presto Industries y la alemana Silit mejoraron su diseño, incorporando materiales más avanzados, válvulas de seguridad más fiables y usos domésticos accesibles. La primera olla exprés moderna fue conocida como la Olla de Bellvis (denominadas modernamente olla CBC de Camilo Bellvis Calatayud), una olla express doméstica con patente española registrada en 1919. Fue diseñada por el zaragozano José Álix, pero en 1924 vendió sus derechos al Camilo Bellvis, quien la comercializó como la primera olla a presión portátil.