Especial Tecnología y Startups
La muerte de los paradigmas
- Debemos cambiar la mentalidad: nos enfrentamos a una transformación continua
Pablo Caño
La frase "cambiar el paradigma" se escucha cada vez más en las salas de reuniones de la grandes y medianas empresas, y desde hace tiempo también en muchas de las presentaciones o los elevator pitch de las empresas emergentes. Sin embargo, como decía un buen amigo, esa frase es tan 2010...
Un paradigma es un modelo o un ejemplo de algo. Pero el reto al que se enfrenta la humanidad hoy no es ya repensar un modelo o cambiar de ejemplo, sino dejar de tener un modelo de referencia y cambiar la mentalidad. Nos enfrentamos a la transformación continua.
El sector de la prensa no es ajeno a estos cambios; ya hemos tenido que repensar la implicación de la tecnología y cada vez colaboramos con más startups en muchas de las áreas de nuestro negocio. Nuestro cliente no aceptaría otra cosa, y nuestra competencia ha nacido con esos genes y esa filosofía de ser capaces de reinventarse todos los días.
Para empresas como Amazon, cuyo claim interno es "todos los días son el primer día", resulta más sencillo entender esta idea de cambio continuo. Para el resto, compañías con legado, historia y modos de operar preestablecidos, no es tan fácil.
El de la startup es un mundo en el que las ideas fluyen, son testadas, muchas descartadas y unas pocas se convierten en negocios
¡No desesperemos! El talento es cada vez mayor, lo que pasa es que ya no reside solamente en la gran empresa. Está disperso, repartido en proyectos que motivan de muchas maneras y no solo con altos sueldos. El de la startup es un mundo en el que las ideas fluyen, son testadas, muchas descartadas y unas pocas se convierten en negocios. La probabilidad es baja y el esfuerzo extraordinario, pero se dan casos en los que jóvenes aún en la veintena dinamitan paradigmas, por ejemplo en la logística, y crean empresas, como Glovo, que pueden convertirse en el siguiente unicornio español -como se denomina a las compañías valoradas en más de mil millones de dólares-. Esto no es solo una gran noticia para el mundo empresarial español, es una gran fuente de inspiración de la que pueden beber otras compañías de su sector.
La gran empresa tiene cada vez más difícil adaptarse. Los bancos luchan por crear nuevas fuentes de ingresos, mientras las fintechs campan a sus anchas -o Facebook lanza libra-. Las telecos se reinventan tras comprobar cómo sus infraestructruras ofrecen cada vez menos oportunidades de negocio... Y así va pasando en todos los sectores.
La base del éxito reside en la tecnología, en la automatización, en el uso de la información y los datos, en la optimización de procesos y tomas de decisión gracias a algoritmos
Las empresas más avanzadas han detectado el valor del talento y la capacidad innovadora de las startups, y han creado modelos de innovación abierta o, lo que es casi lo mismo, han confiado la innovación a un equipo menos constreñido por el corsé de lo establecido.
La base del éxito reside en la tecnología, en la automatización, en el uso de la información y los datos, en la optimización de procesos y tomas de decisión gracias a algoritmos: hardware y software al servicio del negocio para atender mejor las necesidades de los clientes y disminuir la fricción de las transacciones obsoletas entre cliente y proveedor.
En suma, vivimos una revolución distinta a las anteriores, que avanza con un apetito insaciable y que supone no un cambio de paradigma, sino la muerte de los paradigmas.