Batalla campal en el barrio madrileño de Lavapiés por la muerte de un mantero
- Un subsahariano de 35 años habría fallecido tras una persecución policial
- Una pequeña multitud de ciudadanos ha expresado su indignación en el lugar
- La tensión ha ido subiendo hasta el estallido de disturbios por todo el barrio
EcoDiario.es , Europa Press
El barrio madrileño de Lavapiés se ha visto envuelto la noche de este jueves en una batalla campal entre manifestantes y efectivos de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) a raíz de la muerte de un mantero por una parada cardíaca después de ser perseguido por miembros de la Policía Municipal, lo que ha provocado el enfado de un grupo de ciudadanos que se ha desplazado a la zona para protestar por el comportamiento de los agentes.
Los sucesos habrían ocurrido sobre las cinco de la tarde, cuando un control al top manta por parte de la Policía Municipal habría provocado una persecución a Mmame M., de origen subsahariano (Senegal) y de 35 años. El perseguido habría llegado a la carrera hasta la calle Oso, a la altura del número 10, donde habría caído víctima de un infarto.
Un agente municipal que patrullaba la zona ha sido el primero en encontrarse al hombre solo en el suelo sin respirar, por lo que ha iniciado las maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta la llegada de los sanitarios del Samur, que han continuado con los masajes durante unos minutos pero sin éxito, por lo que finalmente han confirmado la defunción.
Portavoces de la Policía Municipal de Madrid y del Ayuntamiento han asegurado que, con la información que ahora disponen, no se ha producido ninguna intervención ni persecución previa a la parada cardiaca.
Sin embargo, según otras fuentes policiales, todo comenzó minutos antes en las inmediaciones de la Plaza Mayor, donde por circunstancias que aún se desconocen este mantero y otros fueron perseguidos a la carrera hasta el cercano barrio de Lavapiés, donde el subsahariano sufrió el infarto. Una versión que apoyan compañeros del fallecido. Por todo ello, se abrirá una investigación para esclarecer lo realmente ocurrido.
Tras los sucesos, las calles de Lavapiés se han ido llenando de manifestantes que han protestado por la muerte del mantero. Partiendo de la calle Oso como epicentro, y vigilada en todo momento por efectivos de la UPR, la muchedumbre se ha ido aglomerando y la tensión desatada ha terminado por derivar en disturbios por parte de medio centenar de personas que se han extendido por todo el barrio.
Lanzamiento de adoquines, barricadas en las carreteras, cargas policiales y lanzamiento de pelotas de goma han convertido Lavapiés en el escenario de una batalla campal que ha requerido la atención de los Bomberos para apagar los fuegos originados. También se han causado desperfectos en el mobiliario urbano. Los internautas han subido a sus perfiles de Twitter algunas de las escenas vividas.