Energía

Así serán las prospecciones de hidrocarburos en Canarias

  • Las probabilidades de encontrar hidrocarburos se sitúan en el 15%
  • En caso de éxito, podrían extraerse hasta 110.000 barriles diarios
  • Repsol invertirá 350 millones de dólares en dos sondeos exploratorios


Este verano los principales titulares han tenido como protagonista a Canarias, y no precisamente por sus idílicos paisajes y su fantástico clima, sino porque en noviembre Repsol comenzará los sondeos exploratorios en aguas de estas islas en busca de hidrocarburos. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Energía

Un tema bastante espinoso porque, además de las opiniones surgidas en contra de este tipo de prospecciones por su "posible perjuicio medioambiental y riesgo en la seguridad", el asunto ha provocado una auténtica confrontación a nivel político entre el titular de la cartera de Industria, José Manuel Soria, y el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero.

Desde que el pasado 13 de agosto el Ministerio de Industria informara de la concesión de los permisos pertinentes, el cruce de palabras entre ambos no ha cesado. Rivero ha acusado a Soria de "tratar de manera discriminatoria a Canarias", "de poner en peligro la afluencia de turistas a las islas, lo que podría provocar importantes pérdidas económicas valoradas en unos 2.000 millones de euros", y de "presionar a los accionistas de Repsol para acometer un proyecto que no consideran prioritario".

Ruptura de relaciones

Así las cosas, Rivero ha amenazado a Soria con una ruptura de las relaciones institucionales y de convocar una consulta popular para conocer la opinión de los ciudadanos del archipiélago". Además, a principios de septiembre, el Gobierno canario ha presentado ante la secretaría de Estado de Energía un recurso de alzada pidiendo la nulidad de la resolución que ha autorizado las prospecciones al estimar que el procedimiento de evaluación de impacto ambiental presenta "omisiones, carencias, deficiencias, contradicciones e incertidumbres que lo vician de invalidez".

Por su parte, el ministro de Industria, además de negar estas acusaciones y lejos de amilanarse, ha reiterado la necesidad de realizar estos sondeos "para conocer las posibilidades reales que tenemos y valorar, en caso positivo, la viabilidad de su extracción para reducir nuestra elevadísima dependencia energética en importaciones de hidrocarburos que representan un gasto diario para España de 100 millones de euros, lo que supone un gasto anual de 36.000 millones de euros".

Avalado por el Ilustre Colegio de Geólogos, Soria ha manifestado, en aras de la tranquilidad ciudadana, que en los más de 260 sondeos de investigación petrolífera efectuados en los últimos años en el Golfo de Cádiz, Mar Mediterráneo y Cantábrico, "no se ha producido ningún tipo de incidente".

El proyecto de la polémica

La elección de Canarias no es fruto de la casualidad. Los estudios geológicos realizados durante varios años por Repsol señalan el archipiélago como un punto de elevado interés exploratorio, entre 50 y 60 kilómetros de las costas de Lanzarote y Fuerteventura, una zona muy próxima a la frontera con Marruecos.

La primera fase del proyecto se puso en marcha en diciembre de 2001 y la segunda en marzo de 2012 y, según las últimas estimaciones realizadas por la compañía petrolera, "en caso de éxito exploratorio, el valor de los recursos cubriría la demanda energética de España en un 10% entre 10 y 20 años, lo que rebajaría la factura nacional en unos 3.500 millones de euros".

En julio de 2013 Repsol presentó el Estudio de Impacto Ambiental avalado por más de un centenar de expertos y para el que contó con la colaboración de entidades locales como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULGPC). El documento fue sometido a exposición pública, dándose respuesta a las 11.000 alegaciones que presentaron organismos públicos y particulares hasta que, el pasado mes de junio, el Ministerio de Medio Ambiente emitía la Declaración de Impacto Ambiental favorable en la que se establecen, entre otros aspectos, que "la realización de los sondeos no producirá impactos adversos negativos siempre y cuando se realice en las condiciones señaladas" y que "las localizaciones de dichos sondeos no coinciden con ningún espacio protegido ni propuesto para su protección".

Así las cosas, el 13 de agosto el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la Resolución por la que la dirección general de Política Energética y Minas autoriza a Repsol la ejecución de los sondeos exploratorios en las zonas mencionadas por un periodo de 3 años; concretamente, dos sondeos -sandía y chirimoya- en los que la compañía invertirá unos 350 millones de dólares en los cuatro meses de duración, y un tercero -zanahoria- en función de los resultados de los dos primeros.

La compañía sitúa las probabilidades de encontrar hidrocarburos en el 15%. En caso de éxito podrían llegar a extraerse unos 110.000 barriles diarios de petróleo y, en el caso del gas, el total de los recursos podría alcanzar los 80.000 metros cúbicos durante un ciclo de producción de 20 años.

Con el objetivo de hacer frente a eventuales daños a personas o bienes en el desarrollo de las actividades de ejecución de los sondeos, la Resolución obliga a Repsol a constituir un seguro de responsabilidad civil por una cuantía mínima de 40 millones de euros, así como una garantía financiera fijada en 20 millones de euros destinada exclusivamente a cubrir sus responsabilidades medioambientales.

Además, y con objeto de evitar que se repitan situaciones como las de Castor, la Resolución también determina que, en el caso de que se registrase cualquier tipo de actividad sísmica superior a los 4,5º Richter con el epicentro en un radio de 75 kilómetros, la petrolera detendrá inmediatamente las operaciones de perforación, no pudiendo reanudarlas hasta que se verificara la integridad del sondeo. También se detendrían en caso de amenaza de daño a personas, bienes o al medioambiente.

Buque de última generación

Para garantizar la fiabilidad de la exploración y el riesgo nulo de vertido, Repsol no utilizará plataformas fijas, sino un buque de posicionamiento dinámico, el Rowan Reinassance, que cuenta con sistemas de alta tecnología para realizar los sondeos de forma segura.

El procedimiento será el siguiente: cuando el barco, procedente de Angola, llegue a su destino, se le enviará una señal de posicionamiento que le indicará la ubicación exacta de la perforación, por donde descenderá la cabeza perforadora que abrirá el hueco para la guía. Las tuberías se conectarán y descenderá la guía de las mismas para que baje nuevamente la cabeza perforadora. Una vez realizada la perforación, se colocará la tubería de revestimiento y se iniciará el proceso de sellado para conectar las tuberías al fondo marino. Posteriormente se llevará a cabo la parte fundamental para garantizar la seguridad de la operación, el descenso y conexión del sistema de seguridad BOP, que contiene válvulas de triple redundancia que regulan el flujo y taponan en caso de necesidad. Finalmente, se procederá nuevamente a colocar la tubería de revestimiento para continuar con el proceso de sellado.

La exploración contempla 885 metros de lámina de agua más 1.995 metros de exploración en tierra que alcanzaría un diámetro máximo de 91 centímetros en superficie, que pasaría luego a 21 en el extremo del sondeo.