Energía

Cataluña lidera en biometano con siete de las doce plantas de España

Planta de biometano de Naturgy en Vila-Sana. EE

Antonio Martos Villar
Barcelona,

Cataluña es una de las comunidades autónomas con mayor potencial de producción de biometano, un gas 'verde' obtenido a partir del tratamiento de residuos de distinta procedencia. Según un informe de la patronal Sedigas, la comunidad autónoma podría generar hasta 14,46 teravatios hora (TWh) al año, lo que representa aproximadamente el 8,9% sobre el total del país.

Actualmente, Cataluña lidera la capacidad de inyección gas renovable en operación, siendo la región con el mayor número de plantas en operación. En concreto, dispone de siete que inyectan ya biometano en las redes de transporte y distribución de gas natural, del total de 12 plantas que hay en funcionamiento en España, según los últimos datos disponibles de Sedigas a cierre de marzo de este año. En las próximas semanas se incorporarán otras nuevas instalaciones que ya están operando en modo de prueba e inyectando biometano en la red.

El biometano es un gas que se produce a partir de la digestión de residuos orgánicos por las bacterias que hay en los propios residuos y que, tras una depuración posterior (upgrading), puede inyectarse en la red de distribución de gas convencional. La producción de biometano permite así el aprovechamiento de multitud de residuos orgánicos (urbanos, lodos de depuradoras, agropecuarios o de agroindustrias), solucionando sus problemas de gestión y evitando los problemas ambientales que estos generan (emisiones difusas de metano, contaminación de aguas, daños a la biodiversidad, molestias y olores en poblaciones cercanas…), destacan desde el sector. Por otra parte, en el proceso se genera un digestato que puede ser aprovechado como fertilizante, en una lógica de economía circular.

Asimismo, desde el sector subrayan que el biometano contribuye a la descarbonización del sistema gasista, algo imprescindible para conseguir los objetivos climáticos. En este sentido, las fuentes consultadas indican que aprovechar la extensa infraestructura de la red de gas es clave para exprimir el potencial del biometano, ya que permite utilizarlo en zonas alejadas de las áreas de producción en la que se generan los residuos, reduciendo el esfuerzo inversor de la transición energética, al permitir una rápida penetración de los gases renovables.

Bajo este contexto, Nedgia, la distribuidora de gas del grupo Naturgy, está impulsando el desarrollo y crecimiento del gas 'verde' en Cataluña. A cierre del mes de junio, la compañía tiene firmados 18 contratos para la conexión de nuevas instalaciones con una capacidad de inyección anual cercana a un TWh/año, equivalentes a descarbonizar el consumo medio de 200.000 hogares. Cinco de estos contratos se han firmado durante 2025, pero el número de contratos podría incrementarse en los próximos meses, ya que la compañía ha recibido interés por parte de otras 25 instalaciones para la conexión a la red de Nedgia. Estas plantas podrían sumar una producción adicional de otro TWh por ejercicio.

Biogas 'público'

Distintas instituciones públicas de Cataluña se han lanzado a generar su propio biogás a través del tratamiento de residuos. Entidades como la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha sido uno de las primeras en potenciar la producción de este gas renovable para el consumo eléctrico de determinadas instalaciones. El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), adscrito al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, también está actuando en la misma línea con la licitación la construcción de una planta de biogás en Mas Bové por un valor cercano al millón de euros. Allí se encuentran diversas instalaciones de porcino y avicultura. Hasta ahora, la gestión de los residuos de las explotaciones está contratada con un servicio externo. El objetivo de levantar la planta de biogás es ahorrar en este proceso y convertirlos en biogás para el autoconsumo eléctrico, ahorrando en la factura de la luz. La construcción de una segunda planta está ya prevista dentro del plan estratégico del IRTA. Esta compartirá el mismo objetivo de gestión sostenible de los residuos y producción de energía renovable, pero incorporará tecnologías diferentes para explorar nuevas soluciones en el sector.

De su lado, también hay diversas plantas de biogás públicas que operan a través de consorcios de residuos de diferentes comarcas. La estrategia catalana del biogás 2024-2030 se enmarca en la transición de Cataluña hacia un nuevo modelo energético más limpio, sostenible, democrático y justo, según la propia Generalitat, que pretende alcanzar la neutralidad climática en 2050. Además, permite al sector agroalimentario encontrar alternativas para una gestión más sostenible de sus residuos y diversificar su actividad.

Impulso al ámbito privado

El Govern también quiere acelerar el despliegue de plantas de biogás en el ámbito privado hasta final de la década. Para ello, ha creado una especie de fast track (pase rápido) para lograr que se instalen hasta una docena por año. En febrero acordó que las plantas de producción de biogás por codigestión anaerobia de deyecciones ganaderas y residuos orgánicos sean consideradas "proyectos empresariales estratégicos".