Energía
La Comisión Europea analizará el 6 de mayo su hoja de ruta para dejar el gas ruso
- Estudian la posibilidad legal de suspender los contratos por razones de fuerza mayor
Rubén Esteller
La Comisión Europea tiene previsto analizar el próximo 6 de mayo la marcha del programa Repower EU, destinado a abandonar el consumo de gas procedente de Rusia.
La vicepresidenta y comisaria española, Teresa Ribera, tiene que poner sobre la mesa una propuesta que defina el ritmo de desconexión del gas ruso.
La Comisión ha aplazado ya en varias ocasiones la presentación de este plan, un extremo que en el caso español tendría implicaciones directas para Naturgy, la única compañía que tiene un contrato en firme para la compra de gas de la planta de Yamal LNG.
Los servicios de la Comisión Europea analizan, tal y como ha desvelado FT, si una declaración de fuerza mayor podría suponer un argumento legal suficiente para suspender este tipo de compras de gas ruso pero, por contra, las posiciones de las compañías parecen alejarse de estos vetos.
Totalenergies o Engie han insistido en la posibilidad de una vuelta a la compra de gas ruso si se alcanza un acuerdo de paz sobre Ucrania ante la incertidumbre existente con otros suministradores como EEUU y Qatar, que mantienen en estos momentos importantes diferencias con la Unión Europea.
Naturgy se reunió el pasado 12 de marzo con Ribera, para analizar la situación del mercado de electricidad y gas con la comisaria.
En este marco, la Unión Europea afronta el verano de 2025 con un nivel de reservas de gas sensiblemente más bajo que en los dos años anteriores y necesitará niveles récord de gas natural licuado (GNL) para asegurar el suministro de cara al próximo invierno, tal y como advierte el informe Summer Supply Outlook 2025 publicado por ENTSOG (la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Gas).
El documento, que también ofrece una primera proyección para el invierno 2025/26, donde subraya que el sistema gasista europeo es capaz de operar con normalidad bajo distintos escenarios, pero la dependencia del GNL será más crítica que nunca si se interrumpe completamente el suministro ruso.
Para alcanzar el objetivo del 90% de llenado antes del 30 de septiembre -umbral considerado mínimo para garantizar la seguridad de suministro en invierno- Europa deberá inyectar alrededor de 57 bcm de gas en sus almacenamientos, una cifra superior a la de años previos.
El Consejo europeo acaba de introducir algunos matices a la normativa. En caso de condiciones de mercado desfavorables (como posibles manipulaciones del mercado), los Estados miembros podrán desviarse hasta un 10% del objetivo de llenado.
La Comisión puede aumentar aún más esta desviación (mediante un acto delegado), en caso de persistencia de condiciones desfavorables si la producción nacional de gas de los Estados miembros supera el consumo medio anual de los dos años anteriores o en caso de lentos índices de inyección en los almacenamientos.