Bruselas prohibirá las ayudas a las calderas fósiles el año que viene
- Las gasistas defienden la infraestructura actual
- PwC asegura que evitará un sobrecoste de 73.000 millones hasta 2050 con respecto a la electrificación
- Los Estados tomarán medidas para el abandono de las calderas fósiles a partir de 2040
Pepe García, Rubén Esteller
Madrid,
La Comisión Europea ha publicado las recomendaciones para dejar de financiar con ayudas públicas las calderas que usen energías fósiles, una medida que deberán llevar a cabo los Estados, a más tardar, el próximo 1 de enero. Las recomendaciones de Bruselas llegan como un primer paso antes de emitir las medidas para prohibirlas de manera definitiva. Ello al tiempo que las gasistas defienden el uso de la infraestructura actual de la red y la consultora EY cuantificó en 73.000 millones de euros el ahorro en sobrecostes por el uso de gases renovables en la transición energética en comparación con un escenario de alta electrificación.
Fuentes de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea explicaron que a partir de 2040 los Gobiernos tendrán que elaborar un plan que facilite el abandono del uso de este tipo de instalaciones que usen combustibles convencionales. No obstante, indicaron que aún no hay una decisión adoptada para las instalaciones que pudieran utilizar otro tipo de combustibles como el biometano, aunque aseguraron que existe una preocupación por la capacidad de esta tecnología para cubrir las necesidades del mercado.
En este sentido, la Comisión busca incentivar los sistemas de calefacción basados en energías renovables y los sistemas híbridos, estos últimos como una solución "transitoria".
Fuentes del sector gasista aclaran que aquellas calderas alimentadas con combustibles fósiles son las que directamente queman estos hidrocarburos o son independientes y no se combinan con fuentes renovables. Para las calderas enganchadas a la red, dependerá de la proporción de mezcla con la que trabaje la red, de forma que si es predominantemente gas natural no deberá recibir incentivos y, por el contrario, si usa combustibles renovables de manera mayoritaria sí podrá percibir las ayudas.
Esta será una decisión de los Estados miembros qué porcentaje de gas renovable es necesario para que la mezcla se considere "predominante", indican estas mismas fuentes.
Las gasistas, por su parte, defienden la necesidad de contar con infraestructura de calderas que pueden utilizar gases renovables sin costes adicionales. El informe presentado ayer por EY especificaba que el refuerzo de esta apuesta permitiría reducir los costes de inversión de la descarbonización. Según los expertos de la consultora, aunque pueda tener un mayor coste de operación a lo largo de los años, no necesita grandes inversiones para implementarse a diferencia del escenario de alta electrificación.