Energía

IFM busca reconciliarse con Criteria para ganar protagonismo en Naturgy

    Jaime Siles, de IFM

    Rubén Esteller

    IFM quiere aprovechar la cobra que el grupo emiratí Taqa le hizo el pasado lunes a Criteria para para tratar de forjar un romance que no llega en Naturgy. El grupo australiano aspira a suavizar su relación con la gasista para dejar de parecer un novio despechado, pero lo cierto es que parece equivocarse, una y otra vez, en sus planteamientos. Prueba de ello, en la pasada junta, IFM se quedó solo votando en contra de la remuneración de los directivos de Naturgy frente a una abrumadora mayoría amparada por CVC, GIP y la propia Criteria, que había votado en contra el año anterior con Marcelino Armenter de consejero delegado.

    Criteria se ha mostrado esta semana abierta a buscar un nuevo socio que tome el relevo de Taqa para gestionar conjuntamente la gasista. Para ello, ha planteado varios requisitos: el nuevo candidato debe contribuir a mantener la empresa cotizada en España, asegurar un plan industrial coherente, así como mantener la seguridad de suministro.

    Las tres líneas rojas impuestas por Ángel Simón coinciden con las condiciones que el Gobierno impuso a IFM en el momento de su desembarco en Naturgy y cuyo plazo de cumplimiento está en algunos casos a punto de vencer. Las exigencias del holding son muy similares a las que se planteaban para la entrada de Taqa, hasta que la emiratí decidió reclamar más poder -una opción que sabía era inaceptable para la española- y rompió el memorándum sellado por ambas partes.

    Puesta en escena

    Esta puesta en escena de Taqa parece así más una excusa para romper la operación que un problema real de gobernanza y es que los emiratíes habrían escuchado los cantos de sirena de IFM sobre presuntos pactos alcanzados en el pasado con la Criteria de Marcelino Armenter para lograr más poder.

    El fondo australiano quiere aprovechar ahora la situación de incertidumbre y ha lanzado una ofensiva de comunicación para candidatarse como el posible salvador de la española bien en solitario, junto con alguna energética que supuestamente se habría acercado hasta ellos para promover una operación corporativa o la solución ideal que sería de la mano de Criteria.

    La propuesta de IFM no ha resultado muy creíble para el mercado. Prueba de ello, es que la acción sufrió ayer su peor caída en bolsa desde la pandemia, lo que parece descartar cualquier tipo de acuerdo. El mercado no se cree el mensaje de IFM y tiene motivos puesto que sus actuaciones en el pasado han tenido errores de bulto.

    El primer gran fallo de la compañía se produjo el 26 de enero de 2021 cuando el grupo decidió lanzar una opa no solicitada sin contactar previamente con Criteria, ni con el Gobierno para hacerse con un 22,68% del capital social.

    IFM apenas logró en aquella opa un exiguo resultado pese a que insistió en sus mensajes públicos en que había un alto nivel de aceptación de su oferta durante el periodo de aceptación.

    El fondo también aseguró que estaba dispuesto a eliminar el dividendo de la compañía y acabó aceptando posteriormente varias subidas durante los tres años que lleva en el capital de la empresa que además les han ayudado a reforzarse en el capital hasta alcanzar su actual 15%. Los accionistas, probablemente, tampoco les perdonan el golpe que esta operación supuso a la liquidez de Naturgy y el impacto que tiene en su nivel de cotización.

    Con estas cartas de presentación parece lógico pensar que Criteria prefiera buscar a nuevos interesados en un proyecto a largo plazo para Naturgy, ya que, aunque CVC y GIP quieren salir del capital, tampoco lo quieren hacer a cualquier precio.